viernes, 26 de febrero de 2010

CARLA


Eran poco más de las nueve de la noche de un martes. Mientras en la ciudad los padres estarían llevando a dormir a sus niños más pequeños y los jóvenes estaban despidiéndose por el Facebook, Carla estaba finalizando los últimos papeles del trabajo en su oficina.

Ese informe definitivo que probablemente le llevaría al tan ansiado ascenso. Después de que salieran por la impresora lo grapó, con una grapa especial dorada, y lo metió en un portafolios de cuero que tenía para las grandes ocasiones. Lo dejó encima de la mesa y lo miró fijamente. Su mirada estaba perdida entre las rugosidades de la piel de vaca que conformaba la topografía del portafolios.

Su ubicación exacta no importa, pero estaba en una de las torres del complejo AZCA, entre el BBVA y Torre Picasso (propiedad de FCC). Todos los días pagaba unos 20€ por el parking. Desde su despacho se podía ver el Bernabeu, las torres KIO, y las cuatro nuevas torres que apuntaban ya hacia Mirasierra. Si tuviera ventanas al otro lado podría ver cómo están reconstruyendo el Windsor.

La moqueta del suelo era oscura, y en su despacho comenzaba a haber más madera que plástico, no como en los anteriores que había ido habitando en su ascenso en puestos y en plantas. Eran las nueve de la noche ya. El día había sido intenso. Había pasado todo el día recopilando datos.

Mañana se presentaban en la Junta candidaturas para nuevos nombramientos en la cúpula, y su informe buscaba precisamente minar los candidatos más fulgurantes, hasta dejarla a ella como la única posible y viable. La diferencia entre el juego limpio y sucio hacía tiempo que lo había dejado, en concreto cuando habitó la planta sexta.

No había sido un día sencillo. Su trabajo exigía desconfiar. Su trabajo real. El otro era el propio de la empresa. Su misión era seguir el único camino que le quedaba, después de tantas renuncias, de tantos sacrificios. Las informaciones, como venía pasando últimamente, las tuvo que obtener personalmente, llendo a las fuentes. Punto a punto, dato a dato. Persona a persona.

Sabía que el éxito exigía sacrificios. El encanto era el peor. Odiaba ser encantadora. Odiaba presentarse disponible, sugerente, un objeto para los hombres. Odiaba a los hombres. Y ahora sólo había hombres entre ella y el éxito. Sólo tenía que utilizar su encanto, y las bajas pasiones hacían el resto. Dato a dato. Punto a punto. Era en lo que había convertido su mundo.

No sabía hasta qué punto la conocían en la empresa. No podía contar con las mujeres, pero no eran una amenaza. Todas estaban unas plantas más abajo. Carla necesitaba pensar que entre ellas y ella sólo había envidia y rencor.

El cuero del portafolios la remitía al futuro que tenía ganado. Todos los días, cuando pasaba por la Plaza de Castilla, veía el Obelisco de Calatraba, el "Alfiler dorado" coronando el centro de las dos "Torres Kio". Era su icono personal. El alfiler dorado... Llegó a comprarse uno muy parecido para ponérselo en las chaquetas. Ese oro, ese dorado, la gloria, la fama, el prestigio, el éxito... el poder. Eran los motores de ese informe.

(continuará...)

jueves, 25 de febrero de 2010

DIMITIR NO VA CON NOSOTROS

Ayer se difundió la noticia de que la presidenta del Consejo de la iglesia Evangélica en Alemania, la obispo Margot Kässmann, ha dimitido después de ser sorprendida por la policia el pasado sábado "conduciendo ebria su vehículo oficial", tras saltarse un semáforo en rojo. Dijo en una declaración pública después de conocerse su infracción: "por encima de mi cargo, es importante preservar el respeto y la estima hacia mi misma, por lo que dimito de todos mis cargos eclesiásticos".

En cuanto lo oí lo primero que pensé es que "¡manda huevos, obispo y borracha!, si es que eso del luteranismo no es serio... que uno no se imagina a nuestro Rouco mamado perdido, y mucho menos conduciendo su propio coche oficial... ¡Qué coño, ni conduciendo! ¡Eso les pasa por protestantes!" -iba yo en el coche y es que me vuelvo muy primario al volante- "¡y encima obispa! ahi lo tienes, ¡ahí lo ti-e-nes! ¡en eso es en lo que se acaba dando si empiezas a hacer cosas raras con la iglesia!. Que si mujeres sacerdotes, mujeres sacerdotes... y ahí están, ¡borrachas! ¡para eso quieren hacerse curas para depravar el sacerdocio, ay...!". Luego, ya mas calmado, me vino la imagen, así como de toda la vida, de guiris dimitiendo por un quitame ahí esas pajas. Sin ir más lejos, en la misma Alemania, en estos días, hemos visto dimitir a misistros y otros altos cargos del gobierno por los errores de su ejército en Afganistán. ¿ustedes conocen a alguien que dimitiera aquí por lo del Yak 43? yo tampoco. Pero vamos, ni por eso, ni por nada; ni del PP, ni del Psoe; ni de la CEOE, ni de UGT. Aquí en España no dimite ni Blas aunque le pillen con el carrito del helado a la puetra del colegio dandoles droja a los chiquillos. Aqui somos más de sacar pecho, arrellanarnos bien en el sillón y negar la evidencia. De hecho, ha querido la casualidad que ayer mismo se conociera también que el diputado del PP por Valencia (¿qué coño pasa en Valecia?) Ignacio Uriarte, vocal de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados y presidente de Nuevas Generaciones, tuvo otro accidente de tráfico ¡a las siete de la mañana! del viernes en Madrid, embistiendo a otro coche que estaba parado en un semáforo en rojo, conducía con el doble de la tasa de alcoholemia permitida. Bueeeeno, vale, ha dimitidido de lo de la Comisión de Seguridad Vial por que era como de coña, pero ya.

Claro, que me pregunto yo si también hubieran dimitido (tanto éste como la obispa) si la noticia no llega a difundirse... En fin, será que lo de dimitir es cosa honor y dignidad y por tanto de paises verdaderamente civilizados.

miércoles, 24 de febrero de 2010

NUEVA PALABRA EN LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA


Sin entrar a valorar cuestiones políticas o ideológicas, os dejo algo que me llegó de rebote al correo:

La Real Academia Española de la Lengua. en sesión plenaria, ha decidido crear la acepción "zp", en homenaje al gran intelectual que ocupa la Presidencia del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero. En el acto el secretario de la Academia leerá la acepción de "zp", que será incluida en la próxima edición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y que es la siguiente: "ZP ó ZETAPÉ". (del latín, zopencus permanentis).
1º Dícese del que por fuego o explosión se ve aupado a un cargo público sin ser capaz de desempeñarlo.
2º U.t.c. insulto, equivalente a tonto: 'no seas zp' por 'no seas tonto'.
3º Individuo que puede hablar de cuestiones complejas y que desconoce, sin decir absolutamente nada, pero con mucho talante.
4º Hombre al que le sientan mal los trajes, le quedan las mangas raras, se le meten los pantalones por los calcetines y carece del más mínimo estilo o donaire en el vestir.
5º Sujeto al que le queda grande un cargo.
6º El que se mete en líos y no sabe cómo salir de ellos, metiendo en líos a los demás, innecesariamente.
7º Persona que a la muerte de soldados en zona de guerra le llama accidente si los envía él, y asesinato si los envía cualquier otro.
8º Que siente placer en molestar y disgustar a otras naciones. Que se regodea en la mala educación con los mandatarios de un país, insulta a su pueblo no levantándose al paso de su bandera y simultáneamente se arrastra para ser recibido por su presidente.
9º Persona de la que se ríe medio país, mientras el otro medio se echa las manos a la cabeza con las tonterías que hace.
10º Persona poco instruida en la Historia de España, se permite el lujo de jugar a desmembrarla y que dice aceptar cualquier barbaridad que le puedan enviar desde un parlamento regional.
11º El que negocia con terroristas y pone en la calle asesinos. El que, incumpliendo la Ley, permite la presencia de terroristas en las instituciones, facilitándoles subvenciones y financiando sus actividades con el dinero de todos.
12º Sujeto que tiene un parecido impresionante con el humorista británico conocido como Mr. Bean, que se caracteriza por interpretar papeles de imbécil.
13º Dícese del que hundiendo un país, aparenta salvarlo.
14º Persona obsesionada con la guerra civil española.
15º Inventor de la Alianza de Civilizaciones, interesante iniciativa que contempla llevar velo, cortarle una mano al ladrón, fomentar la guerra santa, impedir la libertad de culto, que la mujer vaya dos pasos detrás del varón, que no pueda decidir sobre su futuro o con quien contrae matrimonio y otras prácticas muy civilizadas.
16º Inventor de que las niñas con 16 añitos aborten.
17º Tonto del culo.

martes, 23 de febrero de 2010

LA LISTA


34 años, castaña, hermosa, heterosexual, soltera, administrativa, madrileña, aficionada a los restaurantes japoneses.
Busca pareja.

Hermosa, muy hermosa, dolorosamente hermosa.

La descripción era incompleta. Era una preciosidad. Perfectamente embutida en un traje de ejecutiva, con la melena suelta, la capa justa de maquillaje, pero que se notara.
Y un perfume embriagador.

Hablaron de muchas cosas. Tomaron unos vinos por el centro de Madrid. Poco a poco comenzó a observar que la vida de ella era vacía, estéril. Su conversación derivó a cuestiones banales.
La llevó a comer a un restaurante japonés (“oh, son mis preferidos, suspiró ella”)

Tuvo que soportar la sarta de tonterías de ella sobre lo mucho que sabía de un país que desconocía por completo. Nada es más absurdo que hablar mucho de algo que no conoces, y encima pretender sentar cátedra.

Él se mostró gentil, cortés; incluso un poco atrevido. Para entonces ya sabía que con una buena copa de Krug la damita estaría lista.
Fueron al Palace. Ella había hecho la reserva por indicación suya. En la habitación, rosas, cuatro rosas. Y la botella de Krug Grande Cuvée.

Subió el espumoso y bajó la ropa. Era una delicia. Atlética. En forma, gracias a horas de gimnasio con mallas apretadas y el Ipod a todo trapo, mirando lascivamente a otros jovencitos.
Sabía lo que hacía. Fueron varias horas al unísono, en una sinfonía perfecta.

Se sentó en la cama. Se duchó con agua tibia, para terminar, como siempre, con agua fría.
Se secó, empezando por los pies y terminando por el cabello. Se vistió.
Se acercó a la cama. Ella estaba tumbada. Recogió sus cosas, y se preparó para salir.

Con la mano en el picaporte, se giró un momento hacia ella. Sonrió con frialdad, con ojos vacíos, de muñeca.
Por encima de la sábana que la cubría resaltaban los palillos del restaurante japonés.
Cada palillo atravesaba un ojo.
- Ya puedo tachar Madrid de mi lista…
Cerró la puerta, y enfiló el pasillo hacia las escaleras de servicio.

lunes, 22 de febrero de 2010

EMPLEO


Me flipa el concepto que tiene (tenemos) la gente en general de eso que se llama empleo.

Por una parte me llama la atención ese cierto sentido de la propiedad que se tiene del mismo y que llega al paroxismo en el caso de la función pública. Cuando es mas natural buscar la verdadera naturaleza del empleo en el propio sentido de la palabra, creo yo. Así pues, no entiendo por qué es tan fácil contratar a alguien y tan difícil despedirlo. Pienso que se tiene una imagen absurda del empresario, como la de un tipo antojadizo que se dedica a emplear y desemplear a gente según su capricho con el fin de explotarlos y sacar de ellos el mayor provecho. Cuando lo lógico será pensar que si da trabajo a alguien es por que necesita que alguien se emplee en una labor a la que él mismo o sus compañeros no llegan, y si tiene que prescindir de él será porque lamentablemente (o no) la función para la que fue contratado a dejado de ser necesaria. Pues no, resulta que si el empresario construyó una fábrica para producir pongamos... tapiporlas y contrató a doscientas personas, ahí, dale que te pego todo el día tapiporla va, y tapiporla viene, y resulta que un buen día el negocio de las tapiporlas se va al carajo porque ahora la peña se las descargan de internet, ahí se tiene que tragar él las tapiorlas y los doscientos empleados, o arruinarse en despedirlos (las indemnizaciones de doscientos empleados tienen que ser la leche). No lo veo lógico. Puedo entender que se proteja al trabajador del abuso de un sueldo insuficiente y de una falta de estabilidad necesaria para el buen desarrollo social. Pero de ahí a blindar el empleo al trabajador cuyo trabajo ya no es necesario, amén del incompetente que hace mal su trabajo resultando más caro prescindir de él que mantenerle contratado sin darle ninguna ocupación, o no poder prescindir del funcionario cuando la función para la que se creo su plaza ha dejado de existir, creo que va un abismo: el de la sinrazón.

Por otra parte me hace gracia ver ¡con la que está cayendo! a los sindicatos reclamando a la patronal subidas generalizadas de sueldos, muy seguros ellos de que así saldremos de la crisis. Es un buen reflejo de la imagen que podemos llegar a tener del empleo y quien lo puede llegar a dar: unos señores muy, muy gordos vestidos con frac y brillantes zapatitos de charol, con pajarita y sombrero de copa y siempre con un puraco de dos metros en su rechoncha boca, que guardan en su casa miles de millones de euros y una maquina secreta que sirve para fabricarlos y que no los reparten porque son muy malos y muy avaros. Y por eso hay que llamar a la lucha contra la patronal: explotadora que se enriquece con el sufrimiento y la desgracia del pueblo, como si la oscura e ignota mano del dios del capital les diera secretamente una prima por buen comportamiento o algo así a cada empresario que tiene que despedir a un empleado o cerrar su negocio mandándolos a todos al paro, sin darse cuenta de que el propio empresario también se va al paro.

Por supuesto no estoy pensando precisamente en Emilio Botín, no. De ese tipo de empresario (que quizá se acerca más al modelo del puro y la pajarita) no es de donde salen los dos millones y medio de nuevos desempleados que han sido víctimas de la crisis en España. Y si más bien del pequeño empresario que tiene una tienda, o una pequeña fabrica, una empresa de reparto, o de instalación de equipos de fontanería, o de distribución de ropas, de bebidas... Quizás esté hablando más bien de esas 127.000 pequeñas y medianas empresas que han cerrado sus puertas en el 2009 mandando a la calle a empresarios, autónomos y a sus empleados... ¿y es contra esos contra los que hay que luchar? ¿es a esos empresarios, embargados y arruinados, que muchos hipotecaron hasta su casa para intentar salvar su negocio a los que no hay que darles ninguna facilidad para poder despedir a sus empleados y exigirles que aumenten los sueldos? ¿Y lo dice Cándido que habla con la boca llena del rancho que le dan en Moncloa? ¡Anda por ahí!

Ya me disculparán ustedes la arenga politico - capitalistorra que me ha salido, pero es que yo, como José Luis de Valero, si no lo digo reviento.

viernes, 19 de febrero de 2010

TOPOTE

"El cuerpo editorial de la Boca Chancla" compuesto efectivamente por hombres (al menos en apariencia), aceptó a duras penas y con resignada paciencia la llegada del dichoso bichejo, así como otras extravagancias.

Pero concretamente el hámster, que ha sido capaz de generar adicción en el joven hijo de una de nuestras más apreciadas lectoras, vino precisamente de la mano de sólo uno de sus, hasta ahora tres, componentes. Justamente aquél cuya hombría podría ser tan sólo aparente.

Llegados a este punto, nos vemos obligados a hacer una serie de recomedaciones y advertencias a que nos obliga el ministerio de igualdad (No por que sea el más pertinente sino por la pasión e irresistible atracción erótico-festiva que siente por nosotros su descerebrada titular):


1.- Mantenga alejados a los niños de LA BOCA CHANCLA.

2.- Leer LA BOCA CHANCLA todos los días (aun cuando ésta no se actualice a diario, debido a la notable vagancia de sus administradores) favorece el tránsito intestinal y despeja la congestión nasal.

3.- Consulte con un proctólogo antes de leer LA BOCA CHANCLA. ¿Por qué un proctólogo? no sabemos, pero estamos seguros que puede producir una situación curiosa que no olvidarán:
- Doctor, ¿puedo leer LA BOCA CHANCLA?
- No sé, pero ya que está aquí bájese los pantalones.

Gracias por leernos y ¡cuídense!

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HENOS (con "N" porque nos parece más bonito) ENCONTRADO ALGUNAS MANIFESTACIONES POPULARES DE LA GRANDEZA DE TOPOTE:

este es Topota tras su paso por Shawshank...

miércoles, 17 de febrero de 2010

NOT COOL ENOUGH TO BE A MAC





Realmente daba pena ver a Steve... Ballmer, el de la foto, CEO de Microsoft el lunes por la tarde en Barcelona casi pidiendo perdón por no ser Apple. "Sí,... hemos cometido errores...", "Sí,... estamos perdiendo cuota de mercado en smartphones...", "Sí,... Google distribuye su Android de manera gratuita a tó quisqui...", "Sí,... se habla de que estamos interesados en comprar Blackberry", "Sí,... estamos perjeñando un nuevo sistema operativo (Mobile 7) para móviles, que se distribuirá las siguientes Navidades... (¡!)".

Hace no mucho sacaron una campaña en TV de EE.UU. con el siguiente lema: "Not cool enough to be a Mac" señalando fundamentalmente que los Mac eran... caros!

¿Es el único argumeto que tienen? ¿Eso es todo lo que MS puede decir de Apple? ¿Que es caro? ¿Y realmente piensan que con un argumento así van a desmotivar la compra? Un mono con un lápiz seguro que hubiera proyectado una campaña con más... no sé... ¿mensaje? ¿estilo? ¿efecto?

El resultado fueron centenares de entradas de personas en Youtube diciendo que, obviamente, ellos sí que eran cool porque tenían un Mac, no como la niña esa recién salida de una biblioteca o de un herbolario, que no siquiera sabe por lo que está pagando, y que va a tener más problemas que tarzán en la caja del Carrefour con el Windows vista, el siete, o lo que sea.

Y obviamente el apoyo a Microsoft no fue especialmente masivo, todos acompañados por algún grillo de fondo. ¿Hay alguien en MSoft pensando algo ahora mismo, o simplemente se mueven por la inercia?




Ya son ganas de hacerlo mal.

martes, 16 de febrero de 2010

RACIÓN ¿FAMILIAR? DE ¿FELICIDAD?


Fue el sábado pasado. Mi vida taciturna me llevó a una hamburguesería.

Estaba dando una vuelta por un centro comercial, y viendo que eran prácticamente las 9 de la noche, y que por lo tanto hacía la cena en casa o la comía allí mismo, me decidí por esta segunda opción.

Caminando por los entresijos del centro comercial (de los de verdad, no de esos que hay en una ciudad como Valladolid) tenía ya una capacidad reducida de elegir a esas horas de la tarde: Fosters estaba petado hasta la bandera, el KFC, con su pollo etíope, no me enrrolla nada, las Cañas y Tapas son una experiencia a la que aun me resisto, y el resto, compuesto por pretensiones de franquicia, a las que aun les queda mucho por demostrar. Por lo tanto, mis opciones se reducián realmente a dos: o McDonald's, o Burger King. Y fue lo saturado de la cola y la accesibilidad a mesas la que me permitió decidirme: BK.

Entré y tuve suerte: poca cola y alguna mesa libre. Como me conozco el menú, la carta, y los complementos, fui directamente al grano: Menú Steakhause con Coca-Cola sin hielo (sé que es supersuperpijo, pero algo me tenía que quedar de los dos años de universidad privada).

En poco tiempo (menos de 5 min.) ya estaba sentado a la mesa con mi sabrosísimo menú de sábado tarde, esta ración de felicidad, que diría el Sr. Chirly. Y como no tenía a quien aburrir con mi conversación, y uno es inquieto por naturaleza, me dediqué a fisgonear qué estaban haciendo los demás.

Desde mi puesto obvervé una escena no por repetida menos peculiar. Unos padres llegaron con sus dos hijos. Él se quedó guardando la última mesa que quedaba libre junto a su hija pequeña (tendría casi dos años) mientras la madre con el hijo, de unos cinco años, fue a por los menús.

Como llovía venían cargados de paragüas (pongo diéresis porque me molan los puntitos sobre la "u"), plásticos, bolsos, maletines, etc., por lo que tomaron con cierta dificultad posiciones físicas del lugar. El niño que acompañaba a la madre iba casi gritando. "¡Qué bien, una hamburguesa!, ¡a mí me gustan mucho las hamburguesas del Mardonas!... ¡del Burger Kin!".

En poco tiempo la madre volvió con dos bandejas y tres menús (parece ser que la madre y la niña compartían menús, es decir, que la niña sólo iba a comer las patatas y el petit suisse del menú infantil que había pedido la madre para ella sí misma). En décimas de segundo su mesa estaba llena de cajas que se estorbaban unas a otras, sin espacio físico para desenvolverse con un mínimo de humanidad: las dos de los menús infantiles (madre e hijo) y la otra del clásico Whopper que había pedido el padre. Con velocidad de crucero desembolvieron (con "b", para que a alguien le haga daño a la vista) todo hasta hacer aparecer el codiciado bocado. Se hizo el silencio. Sólo comían. De vez en cuando deslizaban alguna caja unos centímetros en busca de alguna servilleta, o de más ketchup, pero todo en silencio, como si estuvieran a oscuras.

Miré alrededor, en otras mesas se estaba repitiendo la misma escena con cambio de actores.

De repente, pasados un par de minutos oigo al nene de cinco años: "Mamá, no me gusta la haburguesa... ¿dónde has guardado el juguete?"

"JA!", pensé, y puse la oreja... "Cómo que no te gustan... si decías que sí te gustaban... cómete al menos las patatas" dijo la madre "ya... pero no me gustan... dónde está el juguete..."

El padre, mientras tanto callaba paladeando lentamente su Whopper, como si realmente la historia no fuera con él. La madre, mientras tanto le da el juguete al niño, y comenta a su marido: "ha sido una buena idea, no tenía pensado qué poner de cena...". Después observo cómo la niña de dos años se come otra patata frita...

Y entonces pienso en la jugada: al padre le gustan las hamburguesas (desde luego no ponía mala cara), la madre no quería concinar, la excusa de la hamburguesa para el nene es perfecta, aunque a costa de no cenar, en realidad lo que quiere el juguete, y la nena no tiene nada que decir, porque no sabe hablar, y además está atiborrada a patatas fritas.

Alzo la vista de nuevo, y observo que la escena, de nuevo, se repite en otras mesas con distintos actores...

Somos así...

KARMELE MARCHANTE


De sobra conocido por todos es este personaje bizarro de la llamada prensa rosa. Hace poco saltó de nuevo a la palestra. No fue por un error en sus cuidadas investigaciones, tipo Lidia Lozano y "Al Bano, yo se que tu hija está viva". No.

Karmele hace años que no investiga nada. Ni siquiera se la puede llamar periodista.


Tuvo la osadía de berrear una canción para Eurovisión, representando a España.

Ole.

Gracias a Dios que no pasó ningún corte, aunque sospecho que la que envíen tampoco mereciera haberlos pasado.

Lo curioso es que un amigo me facilitó hace unos días unos enlaces de vídeo, donde, en uno de ellos, Karmele muestra su particular visión de España.


Y otro de un siniestro personaje, Jose Luis de Valero, que nos muestra su particular visión de la periodista metida a cantante, o a lo que sea.


Juzgad vosotros mismos.


Karmele Marchante





Jose Luis de Valero





sábado, 13 de febrero de 2010

EL HELADO CULO DE LA BRASILEIRA

Hará cosa de tres años que sucedió en Valladolid. Por estas fechas siempre hace un frío del carajo. De hecho, recuerdo varias nevadas en la ciudad en febrero, incluso me acuerdo de una en marzo hará unos diez años... Eso debe tener algo que ver con que aquí lo carnavales carezcan de tradición, y si cosas como las sopas de ajo, el cocido, la gloria, y en general, todo lo que tenga que ver con estar metidito en casa con las puertas bien cerradas y en estado de semi-hibernación hasta bien pasada la Semana Santa.

Pero los tiempos cambian y de unos treinta años para acá han empezado a calar, cada año más, tradiciones importadas de otras latitudes como el Haloween de noviembre y ahora el Carnaval. Se ve que lo de disfrazarse de cura, monja, o de putón con globos en las tetas y la falda del uniforme de la hermana debe ser muy divertido para algunos tíos, y para las chicas también, que muchas encuentran el contexto ideal para disfrazarse, este fin de semana ya si que si, de golfa sin que nadie piense que es una golfa "Ah, es que va de diablesa, por eso lleva una minifalda roja tan corta que se la ve todo el culo". Vaaaale, a los niños también les mola disfrazarse, y esos, pobres, todavía no son unos depravados (que todo llegará, me temo). El caso es que la cosa ha cuajado, y los ayuntamientos en su inagotable afán de servicio público andan mirando a ver como animan la cosa por aquí.

Fue aquél año, que se les ocurrió traer a un grupo de brasileiras que hicieran eso que hacen en Río de Janeiro a 25ºC pero en el escenario que se había instalado en la Plaza Mayor. Supongo que le idea sonaría fenomenal y muy oportuna en un calentito despacho del ayuntamiento, pero cuando llegó el día de marras, se puso a llover, y luego a granizar, y la temperatura era tan baja que en la lona que cubría el escenario se formaron carámbanos de hielo (este detalle lo recuerdo perfectamente). Vamos, que mas les hubiera valido traer al Yeti a bailar el Chiki-Chiki o a los niños cantores de viena. Pero no, con ese panorama ahí estaban una docena de Brasieleiras en tanga y con un sujetador que consistía en poco mas que un aro que dejaba el pecho prácticamente al descubierto.

Eso si, ¿la Plaza mayor desierta? ¡No! había un grupo de irreductibles viejos verdes bien pegadicos al escenario que resisitían ahora y siempre al frío invernal. Serían unos veinte, con sus paraguas, y sus bufandas hasta las narices, con los pies calados y ateridos de frío pero que no iban a dejar pasar la oportunidad de ver totalmente gratis un espectáculo de "revista" de tanto nivel.

En fin, poco a poco se irá asumiendo la celebración y adaptándola a nuestro clima, es imparable supongo, pero de vez en cuando por el camino, nos irá quedando algún aborto de estos para el recuerdo.

viernes, 12 de febrero de 2010

MIRA QUÉ MONO, CARI


IKEA mola. Quien lo conoce habrá visto ese rollo que se traen tan nórdico: esa mezcla de diseño, eficacia, orden y racionalismo, puesto al servicio del caos de la vida real, los niños, el ir a tu bola inevitable en una familia, o el rollito "nido de amor" de la parejita que se instala por primera vez... Todo parece fácil y divertido en Ikea y al mismo tiempo terriblemente práctico e inteligente. Cuando lo conocí me fascinó y sigo estándolo.

Vas alli y ves tu casa ideal; tu salón, tu dormitorio, o tu baño ya montados y perfectamente decorados a un módico precio, y te dan ganas de cogerlo en bloque y decir "¡ese pa mi! ¡todo!: con las velitas, los libros, ¡todo!, tal cual está. El problema es que tu has ido buscando una estantería que habías visto en el catálogo, pero ahora que estás ahí y ves que hay tantas cosas y que todas son "taaaaan ideales" que ya no sabes cuál coger. y al final discutes con tu mujer / novia / suegra o lo que sea, y encima no lo compráis porque lo dejáis para pensarlo en casa y "ya si eso, venimos otro día". Mas o menos es así como en mi casa llevamos dos años con una habitación hecha unos zorros. Y encima acabas hasta los cojones de IKEA y de las estanterías MAGIKER, STOHKOLM, o BILLY y de la madre sueca que les parió a todas. Pero eso sí, en el (interminable y laberíntico) paseito por la tienda vas comprando cosas "muy monas y muy bonitas que están fenomenal de precio" pero que a lo tonto te hacen salir de ahí con una factura donde pone algo así como 345 euros; cabreado con tu mujer, y encima sin lo que realmente habías ido a buscar allí .

El otro día me resarcí. Aprovechando que había acabado pronto una visita de trabajo y que no andaba muy lejos de uno de esos ikeas que Ingvar Kamprad quiso repartir por el ancho mundo, me acerqué yo solito como un soltero y libre como un pájaro con la idea clara de comprar cuatro cosas que necesitábamos con urgencia. Y aunque disfruté del paseo y de ese rollo tan nórdico del que hablaba al principio, no dejé que ningún canto de sirena distrajera mi atención, comprando exactamente lo que necesitaba.

Disfruté especialmente de ver esas caras enrojecidas y resoplonas (era la última hora del día) de aquellos jóvenes maridos hasta el culo de discutir chorradas para encima no llegar a nada, y la de aquel otro (¡lástima de cámara de fotos!); un jovencito gafapasta muy cool, muy pantaloncitos baqueros de pitillo con sus bajos recogidos del revés, pero con un pedazo de suegrón butrul que no se lo salta un gitano mandando a tomar pol saco toda su espantajería y su modernez bajo la mirada complaciente de su novia/esposa o lo que fuera... ¡qué trio! Disfruté y me resarcí -digo- porque lamentablemente debo reconocer que en esas me he visto yo en más de una y más de dos... (lo de la suegra no, ojo, que uno tiene sus mínimos) y ahora lo veía con regocijo de espectador que no tiene que discutir con nadie lo que va a comprar.

UN SEGUNDO



Eran poco más de las once de la noche. Por motivos pseudoprofesionales estaba en un carretera secundaria, a unos diez kilómetros de mi casa, dirigiéndome a ella. La velocidad que marcaba el velocímetro era la normal para ese tipo de vías. No llueve, no hay niebla. Alrededor todo estaba oscuro. No había vehículos alrededor. En el loro iba sonando el LP de Anthrax "Sound of the white noise", en concreto el single "Only".

En la lejanía se divisa una de las primeras rotondas que se multiplican a medida que uno se acerca al casco urbano. La rotonda está mal iluminada y peor señalizada. Debido a pequeñas irregularidades que han ido apareciendo en el asfalto decido, como siempre, reducir notablemente la velocidad. Sigue sin haber luces en el horizonte. Sigue sonando "Only".

Entro en la rotonda. Estoy sólo. He reducido ostensiblemente la velocidad. Abordo la primera curva., la de entrada en la rotonda. Estoy sólo. Es una rotonda de carretera secundaria, no tiene pasos de peatones. Pero ninguna de estas ideas pasan por mi cabeza cuando la abordo. Sólo falta un golpe al volante, abordar la segunda curva, la del interior de la rotonda, para acceder a la tercera curva, por la que se sale de la rotonda.

Los faros iluminan engañosamente algo. No lo distingo bien, coincide con el extemo del parabrisas. No lo distingo bien. No está bien iluminado. Sigue sonando "Only". Abordo la curva de salida de la rotonda. En la duda decido frenar. Hay algo delante a pocos, muy pocos metros. Me estoy precipitando contra algo. Clavo el coche...

Frente a mi veo borrosamente unas bolsas de basura sujetadas por unas manos de un señor mayor, muy mayor, y todo esto a escasísimos centímetros del morro de mi coche. Él hace como que no me ha visto, y sigue cruzando la carretera en una noche cerrada en la salida de una rotonda. Lleva un jersey de punto gordo de color marrón, mismo color que sus pantalones. Sólo se distingue del entorno cuando se mueve, iluminado por unos faros que ahora parecen deslumbrarle.

Se me corta la respiración. Oigo el ruido del motor al ralentí. Sólo ha faltado un segundo para atropellarle. En un segundo hubiera cambiado mi vida. En un segundo hubiera cambiado la suya. Ya ha dejado de sonar "Only". Me quedo quieto unos segundos más. Salgo de nuevo. Todo seguirá igual, pero en esa carretera, al menos para mi, nada volverá a ser lo mismo.

jueves, 11 de febrero de 2010

EL JEFE QUIERE VERTE...




Por fin ha caído. Ya era hora. Llevábamos días detrás de lo que ocurrió ayer. Meses.
Horas y horas de preocupaciones, reuniones, contubernios, estrategias, copas (nada divertidas, os lo aseguro)…

Son esas pequeñas cosas que no esperas que pasen. Después de haber intentado todo, era como intentar derruir el muro de Berlín a base de tomatazos. Titánico, e inútil.

Era una coordinadora de grupo. Tras varios intentos por su parte de llenarme de mierda, a mí y a otro compañero, decidimos intentar dar la vuelta a la tortilla. Empezar a presentar “su mierda” ante los demás, sobre todo los jefes, y que ellos decidan.

Sólo una cosa nos diferencia: somos caballeros, ante todo caballeros. Sólo presentaremos datos reales. Ella presenta mierda inventada. Todo falso.

Esto sucede en Julio. Dos meses más tarde, se la cepillan de su puesto de responsabilidad, dejándola en la base.

Comienza la guerra.

Semana tras semana comienza ella su pequeña escalada, su vuelta al trono. Sigue emponzoñando el ambiente. No sabe ella que se libró de la sentencia final por un error de cálculo de la jefa, si no en Septiembre estaríamos comiendo caviar y nadando jubilosos en cerveza.
Ella sigue llenando de mierda a quien considera contrario, y aupando a quien considera su camarilla.

Pasan los meses. El ambiente esta tan enrarecido que uno no sabe si va a trabajar o a que le den una paliza gratuita, de la cual, encima, tienes que salir sonriendo.


Hace una semana le dieron el beso de la muerte. Yo no lo sabía, aunque algo intuía.



Ayer, mientras me pegaba con mi cocina y con una receta me comunicaron que era un hecho. Ya no estaba. Ya no molestaría más.
Como un grano pustulento que supura, y al final, con mucho dolor, consigues erradicar.
Como esa cucaracha que parece que nunca podrás exterminar.
Como los vestigios de esa plaga de roedores que siempre aparecen, amenazantes.

Ya no está.

Tenemos guardadas dos botellas de Moet Chandon para la ocasión. Ya están enfriándose, como los cadáveres en el depósito.
Como el suyo en nuestras vidas.

Vete tranquila, que no derramaremos ni una lágrima por ti.
Al menos de tristeza; de alegría será otro cantar.

martes, 9 de febrero de 2010

DE TRIBUS, MELENUDOS Y EL GOLF



Durante mis dos años de Derecho fui a una universidad privada fuera de mi casa. Ahí tuve el primer año como compañeros de piso a unos personajes realmente simpáticos: uno de Barcelona, otro de Tarragona, y un tercero de Sevilla.

El líder de la tropa era el de Barcelona, y un año mayor que los demás debido a que mientras estudiaba Bachillerato decidió dejar los estudios para ponerse a trabajar, anhelo que le duró un año, para ponerse de nuevo a estudiar. Este año de trabajo le dio una visión del mundo algo más elevada que el resto, por lo sus afirmaciones sobre la vida adquirían el carácter de axiomáticas con sólo ser enunciadas.

La uni era de las de pago, por lo que la mayoría de los ejemplares eran general del pijerío, aunque de vez en cuando se colaba algún melenudo con pretensiones, y también, por qué no, gente normal...

El líder barcelonés de la tropa era un tipo físicamente normal sin muchas pretensiones, aunque bastente genuino, y esto hacía que muchas de las nenas de clase le miraran de reojo a menudo. Su posición de liderazgo la cimentaba sobre su capacidad de trabajo y su visión dominante sobre las cosas. Era temido y respetado. Tenía dos películas de referencia: El Padrino y Las amistades peligrosas.

Un día hablando con él de nenas me dijo: "tío, desengáñate, las tías salen con el heavie porque les da sensación de aventura, pero siempre se acaban casando con el del lagarto y el Golf. El problema es que te den expectativas".

El tiempo, creo, le acabó dando una vez más la razón.

lunes, 8 de febrero de 2010

RISIN' METALLICA (II)



En la historia del heavy hay un antes y un después.

Mientras en los '80 el heavy parecía más un derivado del glam, gracias a grupos como Kiss, Iron Maiden, y los Guns y Skid Row. La estética de leotardos, cuero, tachuelas, pelambreras, maquillaje y chillidos era la tarjeta de visita de cualquier grupo que quisiera ser algo, en una forma de evolución kitch de un glam-punk incipiente.

Por contra, en los '90 se marca un punto de inflexión en esta forma de enter la estética heavy, y es que Metallica adopta uniforme negro. Algo tan sencillo , tan estúpidamente simple se convirtió en todo un símbolo del cambio de los tiempos. Y si tuviera que señalar un momento en especial, diría que fue en el concierto de Wembley, en el homenaje a Freddy Mercury (qué grande!), cuando compartieron escenario los ya mediáticos Guns y Metallica. Axl hizó pasar a la historia ese momento por una camiseta con una imagen POP de Cristo con el emblema Kill Your Idols. En cambio Hetfield no se movió de su nuevo uniforme: una camiseta normal, algo ceñida, pero negra, con una guitarra negra, con pantalones vaqueros normalitos, pero negros. Se acabaron los iconos, se acabaron las figuritas tipo Vic Rattlehead de Megadeath o Eddie de Iron Maiden como modelo a seguir, se acabaron las estridencias. La negra portada del disco sin nombre (llamado vulgarmente Black Album), donde como mucho se intuía una serpiente, había sido una premonición de todo un cambio de cultura.

A partir de ahí los demás se comenzaron a mirar en el espejo, en el suyo y en el Metallica. Ya nada volvería a ser lo mismo.


Pd. Ese día, el del Concierto de Wembley pasó a la historia de mi biografía personal como el día que fui a ver al cine La Familia Adams (creo...), acompañado además por el Sr. Chirly... Tal cual... hace casi 20 años ya... Estoy hecho un carcamal!

viernes, 5 de febrero de 2010

PESADILLAS




El reloj ha vuelto a sonar. Es la segunda vez que me irrita con su sonido. Da igual. Ya estoy levantado, fumando en la cama. Los obreros de enfrente llevan tiempo ya machacando mis oídos, martilleando mi cerebro, levantando paredes a mi alma.
Me he levantado tarde. Debería darme prisa en asearme, pero no lo hago. Da igual. Por mucho que corra no llegaré antes al trabajo. Me ducho tranquilamente. Me seco. Hago el elefante ante el espejo. Me afeito. Peino mis cabellos.
Tomo una taza de café, mientras fumo, asomado a la ventana viendo nada, porque nada hay. Ayer había campo verde, árboles, y al fondo un río.
Hoy tengo un edificio de cuatro plantas casi terminado. Lo curioso es que no me sorprende que sean capaces de construirlo tan rápido.
Por un extraño motivo, no voy al trabajo en mi coche, sino que cojo el autobús. Cuando me estoy acercando a la parada, que nunca he sabido cuál es pero, inexplicablemente, hoy sí, llega un autobús. Abre sus puertas, y la gente comienza a subir. Acelero el paso para llegar. No puedo.
Las piernas me pesan. Camino igual que si estuviera con el agua hasta la cintura y además tuviera varios kilos de peso en cada tobillo. El autobús cierra sus puertas. Intento gritar. Algo parecido a un rebuzno sordo ahoga mi garganta. El autobús comienza la marcha.
Por el cristal de atrás una niña se gira, muy seria, y me saca la lengua. La tiene dividida en dos.
Viene el siguiente autobús. En vez de abrir la puerta por mi lado, abre la puerta por el otro lado. Doy la vuelta y consigo subir.
Me siento. A pesar de no ser aún las diez de la mañana, el día tiene la misma luminosidad que a la hora de comer un día de verano. De pronto se sienta a mi lado un personaje familiar. Una mujer. Reconozco las formas de su cuerpo. El dulce olor de su perfume me recuerda a alguien. Está mirando al otro lado. Pongo mi mano en la suya y la llamo. Se gira, pero no tiene cara. En vez de rostro, aparece su melena y su nuca, con una coleta de caballo con cierre de goma.
Me pregunta algo, pero no la entiendo. Apenas oigo su voz, como si al hablar lo hiciera a través de docenas de trapos y vendas. Se baja en la parada siguiente. Salgo corriendo. La alcanzo a los pocos metros. Se pone a mi paso y me rodea la cintura con su brazo. Yo hago lo mismo. Intuyo que me sonríe, a través de esa mata de pelo, por encima de su nuca.
Entramos en una cafetería. Pedimos sendos cafés. Hablo con ella. Ella me dice algo, pero sigo sin oírla. Se acerca e intenta darme un beso en la mejilla. Se lo devuelvo, y siento escalofríos. Se gira para tomar el café. Ignoro por dónde lo hace.
Voy al baño. Enciendo el secador, y se desprende de la pared y cae al suelo. El estrépito es inmenso. Todo pasa a negro.

jueves, 4 de febrero de 2010

EN LA COLA DEL DIA



Estaba ayer en la cola del DIA. Eran poco más de las 9 de la noche y estaba a punto de cerrar. Estaríamos haciendo cola unos tres, y el motivo por el cual había bajado a esas horas era porque se había acabado el pan, y era en ese momento el único sitio cercano que me garantizaba un poco de pan de una mínima calidad para la cena (enfrente del DIA hay un chino que cierra a las 23h., pero no es lo mismo...).

Nada más llegar a la cola de la caja oigo como la señora que está enfrente de la cajera, de unos cincuenta años, comienza a levantar la voz: "venga, va, vamos, que no es nada, si ya me conoceis... te lo traigo en cuanto pueda..." Y la cajera, comenzando también a levantar el tono le contesta: "señora, yo hago mi trabajo, y tengo que cobrarle", ante lo cual responde la señora "si no es nada, sólo un par de cosas, si ya me conoceis...", ante lo cual la cajera concluye: "¡o los botes o el dinero! ¡No hay más opción!". La señora, finalmente, echando sapos por la boca, abre su bolsa y comienza a dejar los botes encima de la mesa.

La señora que va delante de mí me mira, y pone cara de circunstancias, mientras un incómodo silencio se apodera de la situación. Al final la señora paga con un billete de 10 euros y cuando le dan el cambio dice "¡Tendriais que respetarme más. Ahora no tengo el dinero, pero quiero llevarme las cosas que necesito!". Y así se fue.

La cola se movió, pasó la siguiente, y entonces oimos a la cajera cómo murmuraba: "... no puede querer llevarse 30 euros en cosas, y paragarme 10, porque entonces es a a mí a quien se la lían..."

Esta situación verídica es toda una fotografía de la España de hoy.

miércoles, 3 de febrero de 2010

ZOOFILIA?


Las plataformas de objetores a EpC como Profesionales por la Ética o Córdoba Educa en Libertad han puesto el grito en el cielo ante el enésimo escándalo que se ha hecho público con los contenidos de esta polémica asignatura.Los escándalos sobre los contenidos de EpC que ya se conocían parecían que no podían ser superados pero una vez más se han superado y ahora se ha conocido que en una de estas clases se ha hecho apología de la zoofilia.


En el Instituto Maimónides de Córdoba un profesor habría intentado convencer a alumnos de Educación para la Ciudadanía de 3º de la ESO, de 13 y 14 años, de que "la naturaleza nos da el sexo para que lo llevemos a cabo con otra niña, con un niño o con un animal". Ante tal afirmación, la plataforma que agrupa a los objetores en Córdoba ha vuelto a denunciar los contenidos partidistas de la asignatura.

Los opositores a este adoctrinamiento denuncian que en EpC la educación afectivo-sexual se camufla en el currículo oficial en objetivos, contenidos y criterios de evaluación que hacían referencia a "la educación afectivo-emocional, las relaciones interpersonales, la homofobia, la orientación sexual, los sentimientos y emociones, la ternura, la crítica de normas y valores morales aprendidos".


Lo más curioso de este caso es que el profesor en cuestión defendía la liberdad sexual, sea hetero u homosexual, y sea zoofílica o no. Lo importante es cultivar y satisfacer tus deseos, aunque tengas 10 años y no sepas ni atarte los zapatos. Y pretendía ponerles un vídeo ilustrativo de las opciones a la mañana siguiente. El comentario de los pequeños en casa es lo que puso en alerta a los padres, que no salían de su asombro.


Y es que el atontao del profesor se ampara en la libertad de cátedra. Cierto. Y si mañana yo, catedrático, voy al colegio con una Desert Eagle .50 y les digo que vamos al patio, que voy a enseñarles a disparar y a cómo reventar sienes a balazos, y que haremos prácticas, qué, también me ampara la libertad de cátedra?


Ocurre que los tarados que hace años eran objeto de burla por sus compis en el cole ahora son celosos guardianes y tutores de esta tontería en los institutos y colegios. Y van por la vida intentando deformar mentes frescas, de niños y niñas aún sin formar, gozando porque ahora pueden, al fin, influir en la mente de otros, sin importar ni la edad ni la libertad personal.


A mi me parece bien que quien tenga dudas sobre donde meterla o a quien querer, intente resolverlas y se le respete. Vale.

De ahí a crear la duda por Decreto ley en todos los niños de este país, eso me parece una aberración. Pero como somos progres, pues mola que nuestros niños quieran zumbarse a su gato, o que de mayores quieran irse de vacaciones con su caballo, porque es quien mejor les entiende y además, en la cama, son muy compatibles.


Cada uno es muy libre de zumbarse lo que quiera, pero hacer ver a un niño de doce años que la naturaleza te ha dado el sexo para que puedas cepillarte a Fifí, el perro de aguas de tu vecina, o si no se deja, a tu vecina misma, que está buena y es progre (sin machismo, eh); y si te pone pegas, a su hijo o a su marido, porque Tú tienes sexo y debes satisfacerlo, da igual cómo, dónde y con quién o con qué. Con tal de que no sea con un cactus, por lo molesto que es, hazlo con lo que sea.


Y luego se extrañan de que pase lo que pase.


Alucinante.