lunes, 29 de noviembre de 2010

NORMALIDAD


Durante los últimos días hay una secuencia que se repite por parte de un compañero mío de trabajo. Como tenemos algo de tiempo entre encargo y encargo, generalmente me glosa y comenta las noticias políticas y deportivas del día. Antes era un fan declarado de Losantos, y a día de hoy se ha vuelto bastante Herrerista, a expensas del bueno de Buroaga, al que dice que no puede ni ver.

La verdad es que desde que no tengo tele me parecen divertidas sus intervenciones, aunque contengan el sesgo propio de alguien que dice tener "opiniones propias". Y aquí es donde viene el tema: la normalidad. Él, me dice, piensa lo normal, lo que debería ser normal, e impone su normalidad a lo "anormal" de las situaciones y contextos, porque él es alguien normal que piensa cosas normales, como la gente normal de toda la vida, vamos, la normalidad de siempre.

Los primeros quince minutos es divertido, luego se suele convertir en un mantra autojustificativo con tendencias inquisitoriales evidentes. No obstante, yo ya tengo hecha la oreja a ello y no me molesta. Ahora bien, a veces lo que él dice que es normal a mi no me parece muy normal... ¿es normal?, porque ¿Qué es lo normal?

Una vez le pregunté a uno más listo que yo un asunto de estos (cuando aun estaba en el cole, qué tiempos...), y me contestó que lo normal era algo estadístico, y entonces le pregunté a otro, y me dijo que lo normal era (ojo) lo que estaba en la mente de Dios (toma!)... Entonces me pregunto en mi ignorancia casera ¿en cuales de las dos normalidades encaja mi compañero? Creo que me estoy liando...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

INDIFERENCIA


Como una mariposa se acerca a la luz, temblando
Como las hojas inclinan su peso,
Contra su voluntad, hacia el suelo,
Doblegadas por el peso del rocío
Como el girasol se retuerce hacia el astro rey
Al igual que el polen gira frenético,
Sin control, a los caprichos del viento

Mis ojos vuelven una y otra vez a ti
A tu rostro, esbelto, sereno

Mis ojos parecen encadenados a los tuyos
A esa perfección azulada donde podría navegar siempre,
Sin comida ni bebida, sin nada que hacer más
Que seguir navegando, buscando algo en ti.
Pero el resultado siempre es el mismo

Como la mariposa que se va de la luz, asustada
Como la hoja triunfa enhiesta, tras vaciar el rocío
Como el girasol, vuelto al suelo al anochecer
Como el polen, pegado a tus ojos
Siempre veo la misma señal en ti


Indiferencia

jueves, 18 de noviembre de 2010

MORE HUMAN THAN HUMAN. WHITE ZOMBIE.

White Zombie fue una banda de Metal industrial y groove metal, cuyo nombre fue extraído de la película de 1932 White Zombie, protagonizada por Béla Lugosi.

Establecidos en New York, White Zombie originalmente fue una banda de noise rock en la misma categoría de Sonic Youth. Thurston Moore de Sonic Youth y el icono del grunge Kurt Cobain han profesado ser fanáticos de sus primeros trabajos.

White Zombie fue conocido por combinar el metal con los riffs de guitarra (como en "Super-Charger Heaven") sobrecargado de líricas fuertemente influidas por películas de terror y una estética pseudo-satánica. A diferencia de otras bandas metal de los 90, White Zombie era casi exclusivamente una banda de “fantasía”, escribían canciones no sobre de la vida real, sino sobre fantasías de terror surreales. La música de White Zombie está plagada de influencias y referencias a la serie B estadounidense, las películas de Roger Corman o Russ Meyer, los cómics, la ciencia ficción o la cultura decadente estadounidense. Su auge a mediados de los 90 coincidió con el de otros grupos con similares influencias, como Monster Magnet o Marilyn Manson .
Rob Zombie (nacido Robert Bartleh Cummings; Enero 12, 1965) es un músico de groove metal e industrial, director de cine y escritor. Rob Zombie es más conocido como el fundador, vocalista principal, escritor y caricaturista de la banda White Zombie. En años recientes se ha establecido como solista y director. Su carrera de director comenzó con las cintas de terror, House of 1000 Corpses, y su secuela The Devil's Rejects, lanzada el 22 de julio de 2005.
También dirigió Halloween, nueva edición de la peli de John Carpenter, y ha trabajado en la dirección de capítulos de CSI: MIAMI.

A mí esta canción, particularmente, y su vídeo, me parecen muy buenos. Las imágenes son algo caóticas, reflejo, supongo, de su mente.

Disfrutadlo.

martes, 16 de noviembre de 2010

MACHISMO!?


Ahí van una serie de láminas que seguro que resultarán atractivas para el debate. Sólo pido que la gente menuda diga lo que realmente piensa, sobre todo los casados. Por ahora adelanto 3. Proceden de un libro de los años 50. Seguro que son de vuestro interés. Por cierto, Mercadona es de las pocas que está saliendo adelante... En estos momentos no me gustará trabajar en Carrefour...

lunes, 15 de noviembre de 2010

DE MAR Y GUERRA


Desde hace unos meses me sumerjo cada noche en un mundo de madera y mar salada en el que el capitán de navío Jack Aubrey, y su amigo Stephen Maturin, habitan y recorren, a bordo de diversos barcos de Su Majestad el Rey Jorge III, los siete mares de principios del siglo XIX. Aunque se trata de ficción, muchas de las batallas, conflictos y escaramuzas en las que se ven envueltos fueron reales, sólo que suplantan con su identidad ficticia las de los auténticos personajes que participaron en ellas. Creo que a eso se le llama novela histórica.

No tengo experiencia en este género, pero me resulta fascinante teclear en google el nombre de un barco contra el que se enfrentan, o cualquier dato que se aporta en la novela, y descubrir que todo lo que estás leyendo fue real y está profusamente documentado. O al revés, descubrir en la novela detalles y aspectos que no figuran en los libros convencionales de historia. Ya que si algo destacan de éste autor es precisamente su rigor histórico y la profunda labor de investigación que llevó a cabo antes de abordar cada una de sus novelas, sacando a la luz detalles y aspectos prácticamente desconocidos.

Aunque la cosa histórica es sólo la guinda del pastel. Porque el pastel es la novela en sí. Es como si leyeras El Señor de los Anillos pero con el aliciente de que los hechos que se cuentan, además de ser apasionantes, fueran reales y estuvieran ahí, en las bibliotecas. Me flipa conocer en detalle cómo eran las cosas hasta hace cuatro días (si cojes a dos tipos que hayan vivido cien años, te plantas ahí): para gobernar un barco de 74 cañones hacía falta una tripulación de 600 hombres, literalmente hacinados en auténticos ataudes flotantes. Lo de los cañones era para lanzar a lo bestia pedruscones de hierro de quince kilos que destrozaban la madera de que estaban hechos aquellos barcos, lanzando astillas al rededor; cortando brazos, cuellos, torsos y cuanto pillaran cerca y eso cuando no daban de lleno a cualquiera que anduviera por ahí (cosa fácil con tanta gente tan junta). Sin antibióticos y con una medicina errática, cualquier enfermedad podía mandar en pocas semanas a 200 de esos hombres al fondo del mar, convertidos en comida para peces; cualquier viaje que hoy hacemos en dos horas de avión eran meses de peligrosa travesía y aislamiento total... en fin, asombroso.

Lo malo es que no es una novela, sino una interminable serie de 21 títulos (y eso que el autor ya palmó... ). Por si os interesa: el autor es PatrickBrian, y el título de la primera: "Capitán de mar y guerra", en inglés "Master and Comander" ¿os suena? pues esa, si.

Por cierto, enganchado a la cosa náutica me leído un par de Trafalgares por el camino; el de Pérez Reverte y el de Pérez Galdós. El priemro muy cansino, lleno de tics, palabrotas y anacronías que tienen su gracia si se trata de levantar una aburrida tarde de domingo a golpe de artículo suelto en el "Semanal XL", pero para una novela entera..., el segundo, resulta un poco viejuno por la forma de escribir y eso, pero molón. De hecho, a rebufo de su Trafalgar me leí algún otro Episodio Nacional: la cosa tiene un post, así que algún día de éstos, me lo suelto.

La imagen es enorme porque merece la pena pinchar y dedicar un rato a ver los detalles ya que cuenta muy bien cómo eran las cosas esos tiempos. En concreto, retrata el desastre de Trafalgar.

viernes, 12 de noviembre de 2010

FRIDAY I´M IN LOVE



Los giris saben: Eso de friday viene de freeday; el dia de la libertad, el que te haces libre. Pero es curioso, porque yo no sabía que esta canción se titulaba como se titula hasta que me he decido hacer un post sobre ella. Lo único que sabía es que llevo con ella metida en la puta cabeza toda la semana, que habla de los días de la semana (mi pobre conocimiento del inglés no da para más), y que suena tremendamente optimista. En realidad, es un canto a los viernes: dice Robert Smith, el cantante y cerebro de la banda, que todos los días tienen alguna pega pero el viernes... el viernes es todo agüita-limón.

Odié profundamente a The Cure al mismo tiempo que me vi encadenado a él a marchas forzadas (un hermano mayor se obsesionó con los perroflauas éstos y nos los metía hasta en la sopa); llegué a saber de la banda y de la madre que los parió mucho más de lo que necesité y quise saber jamás, y al final del proceso, que duró varios años, cuando había oído hasta el último concierto que había quedado registrado por algún tarado con una grabadora, y me había tragado hasta el más casposo reportaje que el mencionado hermano mayor encontró en la videoteca de la biblioteca, resultó que había un puñado de canciones de estos siniestros (que así vistos con el tiempo me siguen pareciendo lo que ya me parecían entonces: unos payasos) que me gustaban y que oía en secreticio para no contradecir mi aversión tantas veces proclamada.

Hoy, cuando ha superado el examen del paso del tiempo, no me importa reconocer que, gracias a canciones como ésta, la banda merece su hueco en mi pequeña historia del pop. Y como soy un espiritu generoso y abierto, es mi deseo compartirlo con todos los que quieran empezar este fin de semana con un poco de buen rollo.

Por cierto, por si estáis penando en soltar lo del "free day" en la sobremesa del domingo ante vuestro cuñado filologo ingés, ahorráoslo. Resulta que, en realidad (wikipedia dixit), el "fri" de friday viene de no sé qué coño de vocablo sajón o viejo alemán (frege o algo así) que hace referencia, como todos los viernes de casi todas las lenguas europeas, a Venus. Pero ¿a que había colado?

¡Feliz viernes, y disfrutad de la libertad!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

RAMMSTEIN. SONNE.

Hoy, en mi empeño por mejorar vuestra cultura musical,
os traigo una gran canción de Rammstein. Sonne.

El vídeo es muy chulo, y la canción es bestial.

Disfrutadlo.

martes, 9 de noviembre de 2010

TELEOPERADOR (y fin)


Otra cosa que le hizo mucha gracia a mi colega es cuando tuvo que llamar a un cliente para una portabilidad de línea, y, al preguntar por él, le dicen que sí, que van a hacer la portabilidad pero que el titular de línea está muerto, que si pasa algo por hacerlo así.
Mi amigo lo pasa a los comerciales de Perú de nuevo para explicarles que así no se puede, que hay que hacer un cambio de línea. Devuelven la venta diciendo que ya está todo claro, llama de nuevo y responde un hombre a los datos del muerto. Lo devuelve y le contestan que no estaba muerto (estaría de parranda), y que se habían equivocado sus familiares. Kafkiano.

Otro cliente le dice a una chica que no puede realizar bien el proceso porque tiene Alzheimer elevado y no sabe qué responder. Lo pasa en incidencia a Perú, y la devuelven diciendo que se ha recuperado de repente y puede continuar, que le llamen ya. Evidentemente, no era él.

Otra de las cosas divertidas del trabajo, si es que las tiene, es la confusión de los peruanos con los términos y las ciudades españolas. Por ejemplo, Fuenlabrada lo entendieron como Zona brava, Madrid.

Otro cliente, en medio de la grabación, dice que espera que no dure mucho porque se empieza a cansar, que el de pequeño sufría de esquizofrenia y sus amigos y compañeros se metían con él y lo pasaba fatal…

Otra petición de portabilidad explicaba la dirección. Mi compañero no recordaba la población, pero sí que ponía casa Alejo, y como complemento añadían que era la casa blanca, en el callejón, al lado del bingo.

Otra verificadora al hablar con una cliente y repetirle los apellidos, le traicionó la mente y en vez de decir Cuadra, dijo Guarra.

Una clienta cometió un error gracioso. Al terminar el primer proceso mi amigo dice que deben recordar a los clientes que la vía de acceso a su línea es analógica. Se lo recuerdan a una clienta y ésta dice:, si, ya, lo sé, la vía de acceso que yo tengo es anal.

Una clienta se apellidaba Villagra, y lo gracioso del asunto es que vivía en una población de Valencia, llamada Foios.

Como remate final están los nombres y apellidos de los comerciales, realmente graciosos. Uno se ha puesto de nombre Maikol, tal y como se pronuncia Michael, pero él lo escribe Maikool. Otro se llama Hitler Lenin (no saben qué tienen o tenían sus padres en la cabeza…), otra se apellida Soplapuco (el descojone, dicen, es generalizado...)
Pero la palma se la llevan dos, uno apellidado Bocanegra, y otro Chachapollas.

Sin comentarios.

viernes, 5 de noviembre de 2010

INESPERADO (y II)


- ¿Quién eres tú?- preguntó la voz, parándole el corazón y encogiéndole los pulmones.
Se giró lentamente, con el arma temblando, y disparó. Vació el cargador. Al terminar, una risa demencial le volvió loco. Miró, con miedo, y observó al ser sentado en la tumba abierta. Un personaje vestido con un traje de hace cincuenta años, con sombrero y cayado, le miraba, sonriente, sentado con los pies colgando.
- No m´has contestao. Quién eres tu, ¿ehh? ¿Pá qué has habrido mi tumba?
- No…no es posible…
- ¿Qué no es pozible, indeviduo?
- Quien eres tú, no me digas que…
- Ferreduela, si. Quién pensabas que era, ¿el sereno? Mía que eres bobalicón…Diga, diga, ¿qué pensabas hacer aquí?
- Yo.. eh…, yo…
En ese momento se dio cuenta de que estaba rodeado. Varias lápidas más estaban en el suelo, y los ocupantes de ellas, alrededor de él. Gitanos, payos, mujeres, niños, algunos harapientos, otros perfectamente vestidos. Varios desmembrados, uno con la cabeza seccionada. Todos mirándolo. Todos esperando.
Ferreduela tenía el pecho abierto, con la sangre coagulada, y marcas de disparos de perdigones por la cara y cuello. De los balazos de Raúl, ni rastro. De la lápida de Ferreduela asomó una cabecita, partida a la mitad, con trozos de cerebro colgando. Un niño, de unos diez años. Le sonrió, mostrando que faltaban varios dientes, y le preguntó: - ¿tuco o tato?-
- ¿Eh?- dijo Raúl, asombrado. Ferreduela le dio un empujón, y le dijo: - contesta a mi bisnieto, coñe-.
- ¿tuco o tato?-
- Joder, me voy a volver loco… esto es una mierda…
- ¡TUCO O TATO!- le gritó, sacando medio cuerpo de la tumba, y con la cara a escasos centímetros de él.
- ¡cojones con la mierda esta, déjame en paz!-
- Vale, entonces tuco- dijo el mocoso, y se acercó, le agarró por el cuello de la cazadora y le hundió una navaja en la mejilla, hasta el mango, bajando hasta astillarle la mandíbula y dejarle la cara hecha jirones. Raúl aulló de dolor, mientras Ferreduela reía.
Raúl intentó volverse, pero le habían cerrado el paso. El niño saltó de la tumba y le asestó varias cuchilladas, esta vez en los muslos. La sangre saltó, caliente, a mezclarse con la lluvia. Mientras el grupo reía, Raúl pudo desasirse y salir, medio corriendo, medio gateando, y acercarse a la verja. Ferreduela dio una orden, y el grupo se dividió. Varios corrieron, adelantaron a Raúl y salieron a por el coche, donde estaba Ginés. El resto dio caza al herido, lo golpearon y lo arrinconaron. Raúl chillaba y pedía clemencia, totalmente loco. El niño se acercó, corriendo. Los trozos del cerebro se le iban cayendo por el camino. Se agachó y le desgarró el cuello. Raúl gorgoteaba, intentaba gritar pero se ahogaba en su sangre. Pronto los demás se tiraron sobre él y le quitaban la ropa a mordiscos, llevándose también carne, tendones y venas. Se escuchó un crujido cuando uno de ellos, arrancando una mano, se puso a roer el hueso, machacándolo con los dientes.
Raúl se giró como pudo, para contemplar cómo Ginés yacía sobre el capó del Opel, desmembrado, siendo machacado y despedazado por la jauría, mientras exhalaba sus últimos gritos…
Antes de que pudieran sacarle los ojos, Raúl expiró, mientras Ferreduela gritaba: - desdichado, ¿cómo vienes así a mi casa, con ese propósito, la noche de los Santos, la noche de los muertos?-
Segaron la cabeza de Raúl y la arrojaron hacia atrás, hacia los pasillos del cementerio, infestados de muertos caminantes, humeantes, sedientos…

jueves, 4 de noviembre de 2010

INESPERADO (I)




-Que pase el siguiente candidato, por favor- pidió el funcionario del ayuntamiento.
Nuestro hombre entró y se quedó ante el funcionario.
-Siéntese, por favor- dijo, mientras abría su expediente. Hojeó la solicitud escrita, comprobando los datos.
- Está empadronado en Valladolid, ¿verdad?
- Si, claro. Adjunté el empadronamiento en la solicitud.
- Si, aquí está.
- Bien. Sabe que el puesto es de mantenedor del Cementerio del Carmen, ¿verdad?
- Si, el puesto de enterrador, ¿no?
- Bueno, si, aunque ya no se llama así, y además, los entierros los hacen las funerarias. Este puesto sería más de cuidar el cementerio, los caminos, el césped y los árboles, cuidar los viales y vaciar y mantener papeleras, limpieza y demás.
- Bien, correcto. ¿Qué horario tendría?
-De lunes a sábado, de 10 a 19,30 horas, con media hora para almorzar, tres cuartos para comer y los descansos pautados en el convenio.
- Perfecto.
- No hay más candidatos, y el anterior no cumplía uno de los requisitos, así que, si lo desea, el puesto es suyo.
- Por mí encantado.
- Bien, pues empieza el lunes. Pase ahora con mi compañera del fondo, que le dirá lo que necesita traer para completar la documentación. Vuelva mañana con todo lo necesario y podremos tener todo listo para su incorporación.

Días después, tras haber realizado todo lo necesario, Raúl estaba preparado para su primer día de trabajo. Álvaro, el compañero que se jubilaba, le enseñó todo lo necesario los dos primeros días. Después se quedaría sólo, pues su compañero debía disfrutar los días de vacaciones no disfrutados antes de su jubilación.
Llevaba varias tardes estudiando bibliografía antigua, y periódicos viejos. Estaba comprobando los movimientos migratorios de varias familias de gitanos, de cierto esplendor oculto, que se afincaron en Valladolid y alrededores mucho tiempo atrás. A pesar de sus recelos, los datos eran correctos. La familia que buscaba, ascendientes de Ferreduela, estaban enterrados allí. Según sus ritos, enterrados con todas las joyas, alhajas y boato que su rito exigía. Esa familia había canalizado el contrabando de alimentos y ropa en los peores años de la hambruna, tras la guerra civil española.
Habían amasado una gran fortuna y una posición importante, sobornando a funcionarios y consiguiendo que hicieran la vista gorda en sus trapicheos.
Al cuarto día de estar solo localizó las tumbas. Por la noche, desde su casa, realizó una llamada de teléfono.
- Ginés, ya tengo todo localizado.
- ¿Si?, perfecto. Estás seguro de que es lo que buscábamos, ¿verdad?
- Por supuesto, no hay duda.
- Bien, mañana es el día entonces. Espero tu llamada. Me sitúo con el coche en la entrada principal, ¿no?
- Si. Recuerda, el coche, que pase desapercibido.
- Si, ya tengo localizado uno. Es un opel kadet clásico, color verde aceituna. Sin luz directa no sabrías que color tiene.
- No te preocupes, yo quitaré las farolas de la entrada.
- Bien, espero tu llamada.

Al día siguiente se acercaba a la entrada principal cuando vio un grupo de gente haciendo botellón al lado de la puerta. Continuó con el coche, dirección Santovenia, para ver la entrada secundaria. No había gente, pero la carretera de Santovenia discurría al lado, tenía mucho tráfico y sería un blanco fácil: cualquiera podría verle.
Llamó a Ginés, la entrada debería ser al día siguiente. Era arriesgado, pues era el día anterior a los Santos, pero habían asegurado lluvia, y no habría ni perroflautas bebiendo ni haciendo el cabrón, ni guardia civil cerca.
Al día siguiente, bajo una lluvia torrencial, consiguió entrar por la puerta principal. Había desconectado la alarma antes de salir, y dejó las cámaras fuera de servicio reiniciando el servidor. Entró y entornó la puerta. Con una pequeña linterna se orientó hasta su objetivo. A pesar de la lluvia, no se oía ni un alma. O eso creía el.
Mientras dejaba la mochila en el suelo y comprobaba la losa, su ojo le jugó una mala pasada. Creyó ver un fulgor a su derecha. Se giró, y no pudo ver nada.
Se volvió y continuó. A los dos minutos escuchó una risa. Se giró rápidamente y vio una llamita titilar, dos pasillos hacia la derecha.
Asustado, con la linterna en una mano y la palanca en la otra, se acercó. Nada vio, nuevamente. Volvió a su tarea, totalmente agitado. A los pocos segundos vio una sombra furtiva escabullirse justo a su lado. Se giró, enfebrecido, y gritó:- ¡Quien anda ahí!- mientras echaba a correr hacia atrás. Volvió de nuevo. Ya tenía la losa separada y se preparaba para echar mano al ataúd. De repente un empellón le arrojó a la tumba de al lado, mientras una risotada salvaje le helaba el corazón. Totalmente desbocado avanzó varias tumbas más allá mientras sacaba su pistola, loco de nervios.Volvió a preguntar si había alguien allí, y volvió a obtener el silencio como respuesta. Caminó hacia atrás, hacia la tumba abierta, hasta que una voz le heló el corazón.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

INVISIBLE


En la víspera del día de todos los Santos, Eugenio abrió los ojos. Eran aproximadamente las doce de la noche, y Eugenio se encontró, de pronto, mirando al río Esgueva, acodado en uno de sus puentes. Hacía frío, aunque él no lo sentía. Pero, sin encontrarle sentido, él sabía que hacía frío. Echó un vistazo al reloj, como gesto instintivo; lo tenía en la mano izquierda, en vez de en la mano derecha, su lugar habitual. Se lo desabrochó y lo abrochó de nuevo en la mano derecha. Mientras hacía ese movimiento, briznas y polvillo caían de su chaqueta. El reloj no funcionaba.
Dirigió sus pasos hacia su casa. Casi nadie caminaba por la calle, y los pocos que se aventuraban, iban encogidos, ateridos de frío y soledad.
Llegó a su casa, entró en la plaza donde vivía y se dirigió a la torre 2, donde estaba su hogar. El portal estaba abierto. Avanzó la mano al botón del ascensor, que se pulsó e iluminó al instante.
Salió en el quinto piso, y se situó frente a la puerta C. Metió la mano en el bolsillo, buscando las llaves, y no las encontró. Toqueteó lo que parecían bolas de naftalina, y esas bolsitas humidificadoras que a veces vienen con objetos de piel y zapatos. Las miró, indiferente, y las arrojó de nuevo al bolsillo. Nunca se sabe lo que un inventor e investigador como yo lleva en el bolsillo, ni para qué puede servir, se dijo para sus adentros…
Acercó la mano al timbre, y antes de que pudiera pulsarlo, se abrió la puerta. Entró en el recibidor, que se iluminó al instante. En la cómoda de la entrada pudo ver que faltaba la foto de su boda con Blanca. Su lugar lo ocupaba la foto de Blanca, de soltera, y de su ayudante de laboratorio, Felipe, también de soltero.
El salón se iluminó. La decoración había cambiado, casi totalmente. Eugenio estaba desconcertado. Juraría que esta mañana, antes de irse a su laboratorio, todo era distinto. No entendía el cambio.
De pronto escuchó el jadeo de un bebé. Eso lo perturbó enormemente. Blanca no estaba embarazada, no entendía qué ocurría. Al fondo del pasillo se encendió una luz. Unos pasos precedían una sombra que titilaba sobre la alfombra. Los pasos se encaminaron hacia él, que se había parado en el recibidor. La sombra giró la esquina, y se vieron. Eugenio tenía frente a sí a Felipe, su ayudante, con uno de sus pijamas puestos. Se quedaron perplejos, observándose mutuamente…
Eugenio arrancó:- Felipe, mira, he acertado con la invisibilidad. No me veo en los espejos, y por la calle creo que tampoco me ven.., pero, tú me ves, ¿verdad?-
Felipe, balbuceando, apenas dijo:- Eugenio, pero, no es posible. Yo te vi, yo, …yo estuve en tu…- de pronto torció el gesto en una mueca de dolor, se agarró el pecho, dio un grito y se desplomó.
Eugenio estaba absorto. Al golpetazo siguió un bostezo irregular, y unos ruidos de sábanas. Blanca estaba levantándose. Al llegar al pasillo y doblar la esquina, vio la situación. Contempló a Eugenio, y los ojos se le agrandaron hasta el punto de que parecían salírsele de la cara.
Pero,…, pero…Felipe, que ocurre. ¿Eugenio? ¿Qué le has hecho?- gritaba Blanca.
- Yo nada, Blanca. Mira, le estaba explicando que creo que he acertado con el estudio de la invisibilidad, y, de repente..-
- Pero que estudio. Yo no entiendo nada. Eugenio…llevas dos años muerto.
- ¡Quee!
- Lo que oyes. Joder, esto no puede estar pasando…donamos tu cuerpo a la facultad…-
- Pero que dices, Blanca, cómo voy a estar muerto…, joder, y por qué estoy aquí…y, por cierto, qué haces tú con Felipe. Dime, qué coño hace él aquí, y por qué usa mi ropa…
- Eugenio, te lo he dicho, estás muerto. ¡Felipe!, dios, le ha dado un infarto, no responde…
- Escucha, Blanca, yo…
- No, escucha tú. En uno de tus experimentos una probeta que estabas calentando explotó, llevándote media cabeza por delante, y la parte de atrás del laboratorio.
- Déjate de chorradas,- dijo, mientras la agarraba por las muñecas…
Blanca contrajo la cara, dolorida, y gritó- no me toquess- mientras se ponía roja. Eugenio la soltó, y ella se llevó una mano al pecho, mientras gemía y los ojos se le volvían hacia atrás, mostrando sólo lo blanco…
Al instante los dos, Felipe y Blanca, dejaron de respirar. Blanca tenía las muñecas, por donde había sido agarrada, totalmente chamuscadas, ennegrecidas y mohosas. Las venas del cuello estaban hinchadas y de un tono entre violáceo y verdoso.
Mientras el bebé lloraba en la cuna. Eugenio se levantó, y se acercó a la cunita.
- Tranquilo, no llores. Tú y yo acabaremos esto…
Lo envolvió en una manta, lo metió en el capazo y salió. Caminó hacia la facultad de medicina.
Mientras, arreciaba una tormenta.


El bebé sonreía y miraba todo extasiado, desde sus pequeños ojitos.