jueves, 24 de enero de 2013

HERE COMES THE SUN



Es demasiado pronto para afirmar que ya está aquí el sol. En cualquier sentido, lo sé. Pero únicamente quiero dejar constancia aquí de que esta fría semana de enero en la que un sol que no calienta apenas se ha dejado ver un par de veces, la cancioncilla no me ha abandonado. Ha sido un descubrimiento, o mejor dicho, un re-descubrimiento. Porque como todas las canciones de los Beatles la habré oído un millón de veces, pero no la había prestado atención hasta ahora. Y su letra, que me encanta, la encuentro apropiada para este momento del año y, por qué no, de mi vida. Y es que hay indicios, lejanos, si, pero si te fijas bien en algunas ramas de los árboles que perdieron sus hojas en octubre ya hay unas diminutas yemas que pronto serán hojas y flores... pero es verdad que aun falta. Aun tienen que venir días oscuros de lluvia, nieve, y ventisca... días sin esperanza.

Decir ahora que ya viene el sol es temerario. Es como si con las primeras claridades de la madrugada, en verano, cuando la luz que precede al sol aparece horas antes que el propio sol y el día que vendrá apenas es una penumbra que se vislumbra en el horizonte, uno se pusiera a cantar todo contento "aquí viene el sol". Si, es verdad es un signo de que la noche ya termina, pero si no estuvieras desesperado por ver nacer el día te irías a la cama tan contento y ya te levantarás un par de horas después cuando de verdad haya salido el sol, que si no el día se hace muy largo, muy pesao.

Pero bueno, aun a riesgo de desesperar en la espera yo ahí lo dejo: "here comes the sun".

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