El Castellano es una joya que aprecio tanto como maltrato (muy a mi pesar, claro. Pero me esfuerzo, me esfuerzo...). Tiene palabras como "charlatán" que en su cuarta acepción la RAE define como: "Persona que se dedica a la venta ambulante y anuncia a voces su mercancía." Aunque comienza definiéndola como "Persona que habla mucho y sin sustancia". ¡me encanta!, ¡es que me parto...! porque estoy pensando en los pobres "Comerciales" que, por si algún lector agudo pero con retardo aun no había pillado, es de lo que va éste post.
No quiero ser injusto; Vaya por delante que es una profesión como cualquier otra y muchos de ellos son profesionales serios que se esfuerzan por conocer a fondo el producto que venden, y tienen la habilidad de acercárselo a quien realmente lo necesita, facilitándoles el acceso a él y realizando así un gran servicio en beneficio de otras personas, negocios o empresas.... pero otros muchos no.
Otros muchos son balas perdidas que pasaron su juventud de juerga en juerga, sin capacidad ninguna de profundizar en sus estudios, en las relaciones con los demás, ni en ninguna otra clase de compromiso que no tuviera que ver con la jarana y el pasárselo pipa. Son los que van cerrando bares, y cuando la juerga se acaba se van a otro lugar. Son los que han vendido tantas cosas y tan distintas que ya no distinguen, y no saben ni de qué hablan, ni falta que les hace, piensan. Sólo hablan y hablan, aturdiéndote con su olor a JB-Cola y Marlboro. Su aspecto les delata: a los cuarenta marcan unas ojeras que no las tiene ni un oso panda de cieneto cincuenta años, el pelo engominado y a la moda que toque, que es de punta como Villa, pues allá vamos, aunque esté calvo el tío. Eso si, la perillita debajo del labio que no falte. Relojaco de dos kilos si es lo que lleva el Beckam de turno, y por supuesto el i-phone, el i-pad, los zapatos de chupame-la-puta que-es-tan-grande-que-no-te-tienes-ni-que-agachar... Y el traje, claro. Que no sé porque les da por llevar traje de mafioso de los años veinte, con raya diplomática marrón oscura, camisa de seda negra y corbata naranja ¡con dos cojones!
Tienen una jerga propia entre técnica, chulo-putas, y colega-confidente-compañerodechuflas, que no soporto. A mi, lo siento, un tío así no me vende ni un chupachups. Me genera tal aversión que ya me puede estar ofreciendo el chollo del siglo, la oportunidad de mi vida, un cupón premiado de la euromillones por un euro que no, que yo no trato con un tipo así...
4 comentarios:
Pues, en cierta forma, y a pesar de lo cutres que siempre suelen ser, yo admiro a los comerciales (vendedores de cacerolas): su paciencia, su capacidad para hacerse el guays y tratar de encandilar a una persona a la que odias, su capacidad para mentir sin pestañear...
Yo nunca podría dedicarme a una de esas cosas. Ni ser embajador tampoco, claro.
Muy de acuerdo y muy graciosa la descripción del perfil de los comerciales basura.
Decir comercial es no decir nada, porque hay muchos tipos de comerciales. En efecto hay gente muy seria y muy profesional y, en la acera opuesta, verdaderos perdedores e inútiles que acaban recalando en las empresas más cutres, agresivas e inmorales en lo que a técnicas de venta se refiere.
Lo que más me molesta es la invasión de la intimidad que realizan a base de llamadas imoportunas, puertas frías y brasas varias. Menos mal que como yo me pongo como un energúmeno, me duran menos de diez segundos y poca plasta me dan.
Por mi trbaja he conocido algunos que son verdaderos cracks. Nunca importunan, te comentan si tienen alguna novedad y si te interesa, entonces si conciertan una cita y te explican de que va. Si le compras el producto o contratas el servicio en cuestión, han venido, nos han explicado cómo funcionaba la cosa... etc. Gracias a allguno de ellos hemos podido ofrecer a clientes nuestros soluciones verdaderamente buenas o mejorar nuestro propio renedimiento. Ante los de esta clase , me quito el sombrero. Ante los de la otra, no. Ya lo he dicho.
La foto del tío rebesuqueado, no la capto con el tema del post...
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