El fin de semana prometía. El viernes cañejas nocturnas con los colegas.
Después, el sábado, rumbo a Madrid al Sonisphere.
El calor era descomunal. Tras varias rondas de cañas nada más llegar, para aclimatarnos, pillamos metros rumbo al objetivo. En la estación de Getafe Central nos bajamos y nos metimos corriendo en el Gambrinus. Comida, cervecitas, y a los conciertos.
Llegamos para ver a Deftones. Buen grupo, buen directo.
Soulfly no estuvo mal.
Mientras, bajo un calor sofocante, buscábamos alguna sombra y bebíamos cerveza para no perder el sentido.
Alice in Chains sonaron bien, lo esperado.
Nos perdimos, muy a nuestro pesar, a Megadeth. Pero era un sacrificio necesario, había que pillar sitio para Rammstein.
El escenario estaba tapado con una sábana negra. Faltaban los últimos retoques.
El técnico de sonido de Hamlet me contó que llevaban montando para Rammstein desde las 7 de la mañana hasta más de las 15 horas, y aún no estaba todo hecho. No defraudaron.
Sábana negra sobre el escenario. Comienzan los acordes, cae la sábana, y aparecen ellos bajo una bandera alemana descomunal. Cuando empiezan las guitarras de Rammlied explota y cae la bandera.
Fue una hora y cuarenta y cinco minutos sencillamente espectaculares. Disponían de unos quince lanzallamas, diez abajo y cinco arriba, con constantes llamaradas.
Salió el cantante ataviado para la ocasión con una bombilla dentro de la boca. Cinco temas del disco nuevo y un pequeño repaso a grandes canciones como Sonne, Links 2, 3, 4, Feuer Frei, Du hast, Ich Will, Benzin... Seguramente dejaron muchas en el tintero, pero mereció la pena.
De los focos centrales, el alero del escenario, la parte de atrás del mismo y la torre de control, que estaba a unos 20 metros (ahí estaba yo) salían fuegos artificiales y cohetes a toda pastilla.
Todo el conjunto fue bestial. Visualmente perfecto, el sonido era intenso, contundente, pero sin estridencias, sin malos ajustes.
El público, totalmente entregado, coreaba todas sus canciones sin descanso, una tras otra.
Al final, cuando acabó, una sensación tremenda flotaba en el ambiente. Y pena, porque pareció que el concierto duraba diez minutos, y nosotros hubiéramos aguantado varias horas más.
Y de remate, va la Roja y gana el Mundial. A pesar de los carniceros holandeses. A pesar de los tarados de los jueces de línea. Y muy a pesar del imbécil que teníamos de árbitro, un payaso hijo de la gran bretaña, donde no le aguantan y le critican cada día que arbitra en la Premier League.
Han hecho historia, a pesar de tener a toda la organización en contra.
Y para mi este fin de semana ha sido inolvidable.
Perdonad si notais alguna incoherencia o si veis que el texto no es muy fluido. He dormido muy poco en todo el finde, y estoy reventao, sin voz, hecho polvo... pero feliz, muy feliz.
Ver la imagen de Iniesta berreando el gol con los taradetes de los tulipanes detrás saboreando el barro no tiene precio...
5 comentarios:
Vaya fin de semana Sr.Lampone¡¡¡¡¡¡¡ casi igualito que el mío jajajaja.
El sabado viaje, llegamos reventaditos. Por la tarde compra.
El domingo preparativos y quita maletas de en medio.
Y hoy comida familiar y café multitudinario.
En fin........mis hijos no cumplen 3 años todos los días y además la roja les hizo un gran regalo, fué un espectáculo verlos gritar el gol de "espana" y bailar el waka waka.
Mi fin de semana ha sido apoteósico, sita Marian, de esos de no olvidar, tanto por lo vivido como por las secuelas físicas y psíquicas que arrastro...
Me alegro de que las vacas hayan ido bien. Tuvo que molar ver a los nenes gritar el gol...
Menudo finde, Sr Lampone!!!
Aprovéchese que los años no pasan en balte... si ahora está reventao dentro de ná ya no aguanta este ritmo ni en sueños...
Y ahora... ánimo, que tiene toda la semana para descansar... ¡que pa eso es funcionario!jajaja
Sr. Lampone, vaya finde más macarreta.
Buen escrito. Un saludo.
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