lunes, 1 de marzo de 2010
CARLA II
Pese a que a las nueve todavía solía haber cierta actividad en la oficina, hoy parecía todo más silencioso. Al otro lado de la puerta de su despacho sólo se oía un murmullo sordo en comparación con estruendo de hace unas horas de ordenadores, impresoras, faxes...
Carla soltó el portafolios y lo dejó encima de la mesa, perfectamente encajado entre los límites de la misma. Alzó la vista y se levantó lentamente. Una vez incorporada, y de camino hacia el perchero donde colgaba el abrigo Carolina Herrera rojo que se había comprado el último fin de semana, aprovechó para ordenar algunos papeles en las estanterías de la pared. Cogió el abrigo con el antebrazo y el bolso Loewe a juego con los zapatos marrones, comprados en su último viaje a Andorra, y se dirigió a la puerta lentamente. Cuanto ya tenía el pomo de la puerta entre sus blancas manos miró de nuevo a la mesa y calló en la cuenta de que no era seguro dejar el portafolios ahí. Se dirigó de nuevo a la mesa y metió el portafolios en el primer cajón de su mesa, porque era el único que tenía suficiente espacio y llave. Lo metió, cerró la llave, la guardó en el bolso y se dirigió de nuevo a la puerta, dejando ya tras de sí el inico de un prometedor futuro.
Al llegar a la puerta, giró el pomo lentamente y abrió un poco hasta que entró algo de luz de fuerta. Viendo que ho había nadie a la vista (el cuerpo de secretarias se solía ir a las siete) apagó la luz de su estancia cruzó rápidamente hasta cerrar en un sólo movimento.
Miró a ambos lados y comenzó a andar rápidamente hacia los ascensores. De repente notó una presencia detrás. Giró la cabeza mientras aumentaba el paso y se dio cuenta de que Carlos también salía de su despacho.
Carlos era un enemigo. Doctor en Management por la Harvard, con un flamante MBA en la Columbia había trabajado durante más de seis años en la BCG como consultor en varios niveles. Durante ese tiempo pudo realizar proyectos en finanazas y energía que le consolidaron dentro de la cosultora. Llegó a tal nivel que nadie dudaba que en breve le propusieran ser socio de la firma. Probablemente hubiera sido así si no se hubera cruzado en su camino su actual mentor: el Director General. El asunto venía de familia (de los que llevan un "de" delante), y como a nadie le amarga un dulce, ni un sueldo de seis cifras encabezado por un dos, y el horario era infinitamente más humano, entró desde lo alto a su actual puesto. Siempre llevaba traje con una fina raya diplomática.
Carlos se había cruzado en el camino de Carla cuando menos se lo había esperado ella.
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21 comentarios:
Hmmmmm me temo que aquí van a salir muchos trapos sucios ¿para cuando Sr. Boooz?
Sr. Boooz me tiene enganchaita del tó... Para cuando la próxima entrega?
Por cierto, me deja admirada su gusto en marcas CH, Loewe y la sabia combinación rojo-marrón. Amén de su mención a la siempre elegante raya diplomática...
Está hecho usted un John Grisham.
Brillante... Por supuesto continuará ¿no?
Con esta intriga no paro de morderme las uñas quizá esto me quite mérito para llegar a las 4 torres,claro que todo se arregla con unos buenos guantes de Loewe.
Marisol, cuando llegue a las cuatro torres, avíseme si ve una torre alta, oscura, en medio de un campo de rosas rojas...
Una torre alta, oscura, en medio de un campo de rosas rojas?? Me he perdido!
La Torre Oscura, Stephen king
Gracias, Marian.
No te nía ni faba...
Xacto, Sita Marian.
la morada del Rey Carmesí.
¿Lee usted a Stephen King? Rocco, me sorprende.
Me he leído casi todo de S. King, Sita Marian
Por qué la sorprende?
Le veía yo más a usted de otro tipo de libros, ideas que se hace una en días de carencia vitamínica.
Yo también he leído mucho de Stephen King.
Y que tipo de libros pensaba usted que leía yo, sita Marian?
"Ensayo sobre la reproducción asistida en la patata monalisa, en época de lluvia torrencial en los campos castellanos"
Estoy ahora con:
"estudio y ensayo sobre la motilidad del semen de toro bravo de lidia y su incidencia sobre la tendencia alcista del mercado de chirimoyas en Zihuatanejo"
Apasionante.
Interesantísimo Rocco, pero prefiero Misery o Apocalipsis.
Rocco esa torre no la veré solo espero llegar a una de las 4 torres enfundada en un traje sastre mil rayas,guantes de Loewe a juego medias de seda negras,zapatos de alto tacón de importante firma italiana,coche de alta gama,chofer uniformado con gorra..............os dejo que estoy en ello muy ocupada.
Marisol, tiene que estar usted imponente con esa ropa y esos complementos...
¿Cómo era aquello de arreglarse para ir a currar? Buaaaaaaa buaaa echo de menos salir de traje a trabajar.
Rocco ojalá los altos jefes valoren mi arreglo mi valía y mis ganas de llegar..........pongo tanto empeño en ello.LLevo toda la mañana grapando documentos.
Marian no te lamentes arreglaté para estar en la cocina resulta divertido y alentador te lo dice una que ha estado mucho tiempo en el paro,puedes a la vez soñar con llegar a las 4 torres.......es gratis.
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