jueves, 11 de marzo de 2010

LA LISTA (III)


Recuerdan el primer caso juntos, el que forjó la amistad y confianza férrea en el otro. Aún parece que fue ayer cuando esperaban en el coche, mientras en la calle…

…en la calle llueve a cántaros. Están situados en la entrada de un mercado, en una barriada marginal de una ciudad europea. Se han acabado las prácticas ya. Hoy toca estreno, y es una papeleta difícil.
- Señores, esta es la situación. El inspector Alejandro López, de la policía española, será la punta de lanza. Dimitri, de la FSB, cubrirá su culo, inspector López. Su compañero González estará arriba limpiando su vía de escape. Dos agentes británicos están dentro. No opondrán resistencia.
Todos ustedes conocen al sujeto que queremos pillar. Cuando pida clemencia, recuerden que le buscamos por violación y asesinato de menores, maltrato, y torturas a disminuidos. Es posible que lloriquee un poco. Si es así, graben a fuego en su mente la imagen de los niños destripados y abiertos en canal; era su máxima diversión. Según lo previsto los británicos han limpiado la zona de abajo. La de arriba es cosa nuestra. Los quiero a todos. Da igual si vivos, muertos, a trozos o por fax ¿alguna duda?
- No, señor.



- Dimitri eh?, oye, ¿Qué significa FSB?- preguntó Alex
- Federal'naya Sluzhba Bezopasnosti. Servicio Federal de Seguridad.
- ¿Como el KGB?- inquirió González
- Si. Somos la agencia sucesora del KGB.
- Ah, pues bien.

- Nenas, al turrón. Vamos, salid fuera.

Salieron fuera. Gonzo se dirigió a una escalera exterior y subió al tercer piso. Desde allí cubriría la marcha atrás de sus compañeros. Alex y Dimitri avanzaron a toda prisa hasta la puerta…
Se armó la de Dios es Cristo. Todo era humo, astillas, casquillos de bala y sangre por doquier. Las balas silbaban y perforaban todo lo que encontraban a su paso. Algo se tuerce y liquidan a toda la banda, dejando vivo sólo a un correo, un muchacho paliducho, de aspecto enfermizo y cara granujienta. Cuatro policías murieron en la refriega. Dimitri se llevó dos balazos en una pierna. Alex recibió una bala desviada que le rozó la sien, un corte en el cuello y un balazo a quemarropa en el pecho que le provocó un morado enorme y un dolor de pecho tremendo durante dos semanas. Y eso gracias a la placa de cerámica del chaleco.
Gonzo se llevó la peor parte. Un balazo le destrozó la clavícula. Recibió dos navajazos en la cara y una nube de perdigones en el culo. Tuvo que dormir boca arriba durante un mes. Aún recuerda el dolor lacerante…
- … no veas cc ccomo me dolía el pput- putto culo, tío.
- Lo sé. Anda que no era gracioso verte, Gonzo.
- Calla, c-cabrón. Tchek!
Y, en ese momento, un tic recorrió su brazo e hizo que se tirara el Whisky por la cara.
- Caggg- joder. MIERDA!!
- Jaja. Toma una servilleta. Venga, vámonos, que ya es tarde y llevo muchas copas encima.
- Vale. Ccóbrese.
Mientras se ponían sus chaquetas, el camarero les trajo la vuelta.
- Aquí tienen, señores. Que tengan buena noche.
- Grr- gracias CARA CULO! Joder, pperdón.
Y salió corriendo. Alex subió a su habitación, se puso el pijama y cerró la ventana, bajando la persiana y corriendo las cortinas. Cerró la puerta del baño, cubrió el espejo con una sábana y se metió en la cama.
Volvió a soñar.
Iba sobre una tabla de surf, en medio de un mar embravecido. El sol, a punto de ocultarse, tenía el agua de tonos ambarinos, casi rojizos. Él se aferraba con fiereza a la vela de la tabla, nervioso. Con un golpe de mar fue arrojado a las aguas. Comprobó con asombro que no era agua, sino sangre, a borbotones. Intentó asirse a la tabla y volver a subir, y cuando consiguió alcanzarla, descubrió que la vela no era tal. Era una cuchilla enorme, mellada, con cuajarones de sangre coagulados, y restos de pelo adheridos al filo.
Despertó empapado, moviendo los brazos e intentando despegarse la sangre que le embadurnaba. Estaba cubierto de sudor. Suspiró, y se sentó en la cama. Se sirvió una copa, y se la embutió de un golpe. Sentado en la cama, recordaba cosas que no quería rememorar, mientras se tomaba la segunda copa.
Poco a poco le fue venciendo el sueño, hasta que terminó recostado en la cama con el vaso encima, dormido, sin atisbo de preocupaciones.

14 comentarios:

marian dijo...

Oh Oh el tema se pone interesante y ahora nos tendrá otra semana esperando.

Rocco Lampone dijo...

Las güenas historias se cuecen a fuego lento...

uste ya lo sabe...

marian dijo...

Valeeee (tengo morrito y la cabeza gacha)

Anónimo dijo...

Me carcome saber porqué el prota cubre los espejos siempre...

Rocco Lampone dijo...

Todo a su tiempo.

(...serán impacientes...)

marian dijo...

¿No se enternece con los pucheritos de una mujer?

marian dijo...

Además me encuentro en sequía literaria, rebusco en las estanterías y no veo nada que me llame para leer.

Rocco Lampone dijo...

Puedo hacer una recomendación?

Elmore Leonard.

Peter Straub.

A mí me gustan.

marian dijo...

Tenemos gustos muy parecidos en libros Rocco.
Intentaré bajar al centro porque en los C.C cada día tienen menos.

Rocco Lampone dijo...

yo le puedo prestar alguno si lo desea. Tendre que revisar los que tengo a ver cuales son, que ya casi no me acuerdo...

marian dijo...

Genial, le tomo la palabra.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Está interesante. A ver cómo sigue.

Marisol dijo...

Rocco que historias te montas me tienes enganchadita.

marian dijo...

¿Te dará tiempo el fin de semana de preparar un par de entregas no?