martes, 2 de marzo de 2010

LAMPONE (el de Puzo)

Lampone despertó sobresaltado con la sensación de haber gritado de verdad y no sólo en sueños. La imagen de aquella joven con esas extrañas agujas de madera clavadas en los ojos aun permanecía en su retina... El llanto sordo del bebé le confirmó que había gritado de verdad y le trajo definitivamente al mundo real. Guida, su mujer, hizo un movimiento perezoso emitiendo una suerte de gruñido y pronto volvió a roncar. Se levantó cubierto de sudor y bordeó la cama hasta llegar a la cuna. Tanteó a ciegas al lado de la cabecita de su hijo hasta que encontró el chupete. Se lo colocó y en seguida el llanto cesó en forma de ligero suspiro. Otra vez reinó el silencio.

Se acercó a la ventana y tiró del cordel para enrollar un poco más la persiana de madera. Una levísima brisa entró por la ventana que, al contacto con el sudor que cubría todo su cuerpo, le resultó profundamente refrescante. Se acodó en el alféizar, todavía algo turbado por aquél extraño sueño, y miró las hileras de cepas que se extendían frente a él en dirección a la cima de la loma donde estaba el caserío de los señores y la bodega de la finca. Se las veía perfectamente gracias a aquélla espléndida luna llena de agosto... se quedó mirando el cielo limpio y oyendo el silencio, roto sólo por algún grillo despistado. No debía faltar mucho para el alba, pero aun no se atisbaba ninguna claridad. Mas allá, al norte, el mundo se desangraba en aquella gran guerra que parecía que no iba acabar nunca recorriendo como una nueva peste todo el mundo, país por país.

Se giró, como queriendo apartar de él aquellos oscuros pensamientos y miró a su mujer ahora iluminada de azul. Dormía apenas cubierta por una combinación de hilo algo raída, Los diez embarazos habían sido crueles con su cuerpo. Estaba lejos de ser la atractiva jovencita que había conocido en Vittoria hacía ahora quince años. Vivían en un aprisco para ganado apenas habilitado para alojar a toda la familia. El suelo era de tierra y preservaban su intimidad colgando mantas a modo de tabiques de unas cuerdas que atravesaban la casa de una punta a otra colocadas a tal efecto. Por la mañana las retiraban, así como su colchón de lana y los demás ya que el poco espacio que tenían pasaba a convertirse en cocina, comedor, etcétera.

Miró a su bebé y pensó en el sueño, como si tuvieran algún tipo de relación, y recordó la extraña ciudad futurista, aquella habitación lujosa y tan limpia, aquel extraño aparatito blanco que emitía esa especie de música infernal... Y como por algún capricho de su mente, pensó en prosperar, en sacar a su familia de aquella miseria y llevarla a otro mundo, mejor. Ese mundo existía y tenía nombre. Se llamaba América. Hablaban en sus cartas, los que habían ido allí, de grandes calles, edificios altos, trenes elevados y maravillas que le recordaban aquel extraño sueño. Y pensaba en la esclavitud que les condenaba a ser propiedad de los señores generación tras generación mientras siguieran en Sicilia. Su rostro se iluminó. Pensó en los que habían marchado ya a América, aquél país libre, ¡sin dueños ni señores! La llama de la determinación se había encendido en él, en ese preciso instante de aquella calurosa noche de agosto de 1917, y algo le decía que ya no se apagaría nunca ¡una nueva vida!

Se inclinó sobre su recién nacido, le besó y le dijo, casi en voz alta: -¡Rocco, tu crecerás en Nueva York! ¡tu vivirás libre!

Rocco giró la cabeza y suspiró profundamente dormido.

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Dedicado con cariño a nuestro Rocco, en homenaje a su nick.

26 comentarios:

marian dijo...

Está genial Chirly........pero ¿nos hemos perdido algo?

Rocco Lampone dijo...

Yo toy spectante (y spectorante también, cosas de los resfriados...)

Chirly dijo...

Se me ocurrió tomar como punto de partida el relato "La Lista" de Rocco Lampone (de La Boca Chancla) para a partir de ahí escribir una ficción de la historia del padre de Rocco Lampone (el personaje de El Padrino, aprovechando que de él no hay demasiada información acerca de su pasado tanto en la película como en el libro) y cómo decide emigrar a América para darle así la oportunidad de una vida mejor a su hijo Rocco.

Rocco Lampone dijo...

Ahora podrías escribir uno sobre Roucco...

Marisol dijo...

Bella historia que en su nudo eleva su dimensión humana y le confiere la grandeza propia de Shakesperare.El oficio de piedad del padre desesperado,aviva el efecto de soñar, este a su vez altera los mecanismos neurobiológicos,químicos y eléctricos grabandose en el subconciente con categoría de axioma.

Chirly dijo...

Marisol, vengo observando que está usted necesitada de unas buenas vacaciones. No obstante... ¿gracias?

Anónimo dijo...

La bocachancla está de un nivelazo literario....

Rocco Lampone dijo...

Pues lo mejor esta por llegar...

Anónimo dijo...

Sr. Lampone, siempre despertando la curiosidad... Un pequeño adelanto, por caridad...

Yo con lo que estoy intrigá es con Carla... Sr. Boooz, no nos deje en este estado de intríngulis!!

Rocco Lampone dijo...

No puedo dar adelantos, Sita Sandra.
Aún esta fresco el escrito de Chirly, y no sería correcto pisarselo.

Y yo aún continuo desenterrando el hueso que permita seguir mi historia...

Anónimo dijo...

Valeeeeeee.....

marian dijo...

Cambio, comida de la buena por información privilegiada.

Ya sabeis mi mail.

Marisol dijo...

Chirly ja,ja,ja,ja sí unas vacaciones no me vendrían nada mal.

Rocco Lampone dijo...

Sita Marisol, la culpa es de los dominicos...

Sita Marian, hablando de mis relatos, ya puede uste cocinar bien bien, que si no nanay

marian dijo...

Perdón Rocco pero llevas todo el día del revés.
Hablando de MI COMIDA ya puedes escribir bien.

Rocco Lampone dijo...

Perdone uste, pero muchas son las bravadas que oímos sobre su cocina y ninguna probatura que confirme la realidad de ese éxito culinario...

siesque...

marian dijo...

Vuelve a estar equivocado, sobre mi arte culinario hay numerosas pruebas, claro que usted no ha sido uno de los afortunados.
Y como no hay.......no hay quedada gastronomico-literaria-vallisoletana pues se queda usted sin probar.

Rocco Lampone dijo...

menos lobos, caperucita...

marian dijo...

Pá tí la perra gorda.





Pero no hay.........

Marisol dijo...

Loa dominicos las torres chirly que me envía de vacaciones y los relatos es demasiado voy a descansar un poco el coco.

Anónimo dijo...

Marian, no juegues sucio con estos hambrientos de ricas viandas...... no todas podemos ofrecer exquisiteces a cambio de información..... No al tráfico de información a cambio suculentos manjares!! (A no ser, Marian, que luego compartas la información recibida, claro está).

marian dijo...

Por supuesto Sandra, tienes que pasarme tu mail, el mío lo tienes en el blog.

marian dijo...

Una cosilla Chirly, por favor publique más a menudo relatos como el de hoy, me ha encantado.

Boooz dijo...

Siempre he dicho que tiene usted ¡un cráneo privilegiado!, que diría nuestro admirado Valle-Inclán.

Reciba mi más efusiva enhorabuena por el relato, y espero ansioso una continuación que se convierta pronto en saga.

Anónimo dijo...

Sr. Boooz, pá cuándo nos cuenta la nueva temporada primavera-verano de CH y Loewe? Estoy segura que ya tiene datos de sobra para continuar la historia de Carla...

Al Neri dijo...

Me ha gustado mucho, cuánta imaginación.