viernes, 27 de abril de 2012

ANTES DE QUE SE ACABE ABRIL

No sé si servirá de mucho, pero no quiero que se me olvide que fue en abril de 2012 cuando tuve una revelación. Es de esas cosas que te las pueden sugerir o se las pueden contar los de tu al rededor, y asentir mientras escuchas o lees atentamente, pero que te resbalan como la lluvia sobre la pizarra, sin que empape ni una gota. Pero que cuando lo experimentas sufres una experiencia tan potente que preves que algo en tu vida a cambiado. En mi caso, tras una semana de experiencia puedo afirmar que mi calidad de vida a mejorado de manera impresionante, y sólo deseo ser capaz de mantenerme así por mucho tiempo.

Hablo, por si nadie se ha leído el enlace que he puesto antes de mi compañero Booz, de vivir desenchufado. En mi caso no ha sido fruto de la casualidad sino una decisión tomada conscientemente después de apreciar que estar permanentemente conectado a la actualidad y a internet me estaba perjudicando seriamente. Si, analizándolo pienso que sin querer me había llegado a obsesionar... no soy psicólogo ni nada de eso, pero se me antoja que debe como de manual o algo así. Había llegado un punto en el que necesitaba entrar cada pocos minutos a cualquier diario en internet, ver los últimos titulares, las declaraciones de la directora del FMI, la rueda de prensa de después del consejo de ministros, a consultar la evolución del IBEX, o la prima de riesgo ¡la prima de riesgo! Dios mío, debía estar volviéndome loco para haber llegado a ese punto... era llegar a casa y estar deseando terminar de cenar y acostar cuanto antes a los niños para ver el telediario, las tertulias, el análisis de la actualidad... En fin, ¡qué panorama! como un ludópata de la información o algo así. Digo que se me antoja de manual porque ahora que lo pienso es como que uno está deseando leer o escuchar que alguien venga y diga que todo se acabó, que de ahora en adelante todo va a ir bien y los problemas van a terminar. Y cuanto menos encuentra uno eso, más lo busca. Qué paradoja.

Así que ¡hala! al cuerno con con todo. Me he impuesto la disciplina de no entrar en intenret nada más que para cosas estrictamente profesionales (al menos en horas de trabajo) y en casa no encender la tele sino para ver alguna película o así. Y mola un montón, de repente uno lee libros, cuenta cuentos a sus hijos, arregla cosas de casa, y trabaja mucho mejor (aunque las cosas hayan ido mejor en otros tiempos, claro). Con suerte, y es mi caso, uno descubre que hay cosas en la vida -en mi vida y seguramente en la tuya-  que nunca serán titular de ningún periódico y sin embargo te hacen más feliz que nada. ¡y lo mejor es que suceden cada día!

Es una verdadera estupidez permitir que esas cosas pasen inadvertidas por tener la mente y el corazón en otras que no esta de nuestra mano arreglar.

1 comentario:

Al Neri dijo...

Creo que no es malo estar permanentemente informado de la actualidad. Es una de las cosas más positivas de Internet, pero hay que esforzarse por ver las noticias con cierto sentido crítico aunque sin conspiranoia.