miércoles, 21 de abril de 2010

LA POESÍA DEL ERUCTO


Hace tiempo que tengo el inmenso placer se seguir varios blogs. Aunque tengo una agenda ocupada (los que me conocen lo saben), y por ello hay días que me toca llegar a casa sobre las nueve o diez de la noche, aprovecho para, amparándome detrás de la cortina translúcida de Boooz, intervenir en alguno de ellos.

Mis motivaciones son fundamentalmente espúreas y egoístas: son un punto de fuga respecto a un día a día tedioso en ocasiones, y no exento de pequeñas conflictividades y tensas decisiones rápidas. Por lo tanto, mi modo de abordar los textos, propios y ajenos, tienen como punto de partida las ganas de pasarlo bien, entretenimiento que es difícil que mi situación real pueda darme. Además, puedo contribuir, gracias a los generosos Sres. Chirly y Rocco, a la creación de una publicación ambiciosa y con vocación de continuidad.

El hecho de tener una identidad translúcida permite "aligerar" un poco determinadas cargas o el peso de las convicciones. Es difícil matizar bien en textos pequeños, por lo tanto cualquier pretensión de abarcar realidades complejas en espacios tan pequeños a mí se me antoja idealista y por tanto irrealizable. Por lo tanto tanto el formato como la propia voluntad hacen que las argumentaciones, mis argumentaciones, puedan entrar en un juego divertido, y en mi caso, siempre exento de cualquier tipo de animadversión. Más bien al contrario.

Porque este es el fondo del asunto que traigo a colación: el límite de las intervenciones. Hay varios blogs vecinos que se han planteado este mismo tema, de manera dispar. Yo en este punto siempre he mantenido que hay dos límites bastante claros y evidentes, dos líneas de separación entre el respeto y la falta del mismo; dos vías perfectamente alineadas, porque en el momento que una se tuerce, hace saltar la maquinaria y la mercancía: 1. la agresividad (el tono), y 2. el paso de las calificaciones respecto a lo que se dice a las calificaciones personales arbitrarias e infundadas, con la intención de faltar y provocar. Admito, e incluso provoco, una pequeña ironía gamberra. Soy intransiguente con las descalificaciones personales de brocha gorda "...lo que te pasa es que tú eres..."

Este es mi punto de vista. Y lo mantengo en la vida real y en la bloguera. Cualquiera que pase esas dos resbaladizas líneas, al margen de la primera reacción, enseguida pierde mi interés. Simplemente deja de existir para mí. Debe ser una forma de defensa personal, pero es realmente efectiva.

14 comentarios:

marian dijo...

Para mí conectarme a los blogs o a mi foro es una manera de desconectar y pasarlo bien. No me gustan los malos rollos, los insultos etc... y no me tiembla la mano en echar a nadie, mi foro se ha quedado en NÁ pero estamos muy tranquilos.
Hace poquito dejé de participar en un blog, fué por una serie de insultos gratuitos que ni siquiera iban dirigidos a mí, pero me hicieron sentir incómoda. Claro que ante esto yo no puedo hacer nada, el autor de un blog es quién decide la línea que sigue y lo que permite o no.

Rocco Lampone dijo...

es cierto que al final es un poco chabacano estar en un blog que podría moderar Mermelada y los demás zoofílicos de la prensa rosa, pero también reconozco que está fenomenal, de vez en cuando, soltar un "me cago en tu put..", o poner de vuelta y media al primero que pase y lo merezca...

marian dijo...

Sí, Rocco.
Pero para todo tiene que haber límites.
Si tú entras en mi blog a una discusión, te enganchas con alguien por algo en concreto y te pierde la boca, al menos puedo dirigirme a tí y darte un toque de atención.
Otra cosa son los anónimos revienta blogs que entran a soltar el insulto más asqueroso que puedan y se piran. Lo peor es que me temo que esos anónimos luego son gente que postean con una cuenta blogger.

Rocco Lampone dijo...

Por supuesto. La ventaja del anónimo es precisamente esa, que no te pueden reconocer. Es muy probable que algunos con cuenta blogger entren como anónimo para no tener responsabilidades sobre lo que vierten...

Al Neri dijo...

Sr. Booo, espero que no se esté refiriendo usted a mi comentario sobre las putas y la Moleskine...

Aprendiz dijo...

Me parece muy bien tu actitud Boooz, pero quizás un poco exagerada, y es que a todos cualquier día se nos puede ir la lengua y colarnos tres pueblos, y no por eso hay que poner la cruz a una persona.

Lo de los anónimos que insultan a mí me parece triste, triste por ellos, que haya gente que se divierta metiéndose con los demás que encima ni se pueden defender...

Boooz dijo...

Sra. Marian: efectivamente, a pesar de mis aficiones musicales, me enerva el ruido, y sobre todo si va acompañado de decibelios: el trazo gordo, el chirrido, etc. Y como puedo elegir la línea editorial en lo que a mi respecta, elijo las consecuencias que para mí tienen las acciones ajenas.

Sr. Rocco: totalmente de acuerdo, me reconozco un gamberro en esos términos, y siempre existe un margen, un juego, e incluso "testosterona" en nuestro caso.

Lo de los trolls anónimos (que a veces son más orkos que otra cosa), pues es inevitable, y normalmente va directamente asociado a la poularidad del perfil o avatar.

Sr. Neri: claro que no. Este post lo comencé a escribir el día 14 de abril, lo metí en archivo de blogger el 16-17 de abril, y he decidido publicarlo ahora.

Srta. Aprendiz: de verdad que admiro su aguante y tenacidad, sobre todo con su posición. Es usted como un diamante: fuerte con aparienca de fragilidad. Por mi parte no hablo de poner cruces a personas, sino de abandonar foros cenegosos o discusiones absurdas basadas en posturas irracionales.

Sr. Chirly: esto es lo bueno de la libertad. Uno reacciona como le da la gana frente a acciones concretas. En mi caso mis dos reglas son muy sencillas, las fijo yo, y cada uno libremente hace lo que quiere sabiendo que esos son mis presupuestos (que por supuesto puedo también puedo modificar cuando me da la gana).

Respecto al género en el que se prodiga últimamente, estoy muy afanoso con Sarabande de Hayden.

marian dijo...

¿de Hayden????

Boooz dijo...

La he visto rápida cual gacela, srta. Marian: de Haendel.

marian dijo...

¿Cuál gacela? No, más bien cuál hipopótama asustada que me han dicho que también son rápidas, se ajusta más a mis dimensiones.

Rocco Lampone dijo...

sagerada es usté, sita marian...

Aprendiz dijo...

Boooz, lo mío no es ni aguante ni tenacidad, leo cosas que me interesan y si tengo algo que decir lo digo, creo que sin mayor interés que dar una opinión, y por lo general lo que digan de mi conforme me entra por un oído me sale por el otro y si es un anónimo ni te digo. Pero sí, hay veces que ni merece la pena dar una opinión.

Anónimo dijo...

Recurrir al insulto burdo además de mala educación denota falta de inteligencia... es verdad, que ante insultos y comentarios de otros, a veces a una lo que le sale es mandarlo a tomal pol... y cuatro lindezas más... y es que el asesinato dialéctico siempre se ma dao bastante bien... pero tengo claro que comento en los blogs que sigo tratando de respetar a todos y esperando lo mismo, con el fin de compartir puntos de vista y de reirme...

Anónimo dijo...

Tres intiresno, gracias