viernes, 2 de abril de 2010

UNA DE CHINOS


Paseaba por la calle de una céntrica ciudad española, y me encontré con el siguiente rótulo:"El Corte Shang Hai".

Vaya, pensé, sí que han ido lejos: han clavado la tipografía de "El Corte Inglés" en la mitad del rótulo. Eso sí, en vez de verde Corte Inglés se han decantado por rojo Santander.

Seguí caminando por la calle (céntrica de una céntrica ciudad), y me encontré con otros tres chinos en la misma misma acera.

Me considero adicto al chino. Simpre que necesito algo de poco valor añadido, para salir del paso, sé que puedo contar con ellos. Estoy especialmente enganchado al departamento de papelería. Sus artículos, con una calidad similar, cuestan prácticamente la mitad que en una papelería tradicional (carpetas, cuadernos, cartulinas, clasificadores, etc.) Sé que no puedo pedir más de lo que tienen, pero para lo que sé que puedo encontrar, cumplen perfectamente su función.

Por el contrario, hay otros departamentos donde nunca pisaría (ni piso), y aquí dejo que vuele su imaginación.

En algunas poblaciones los chinos han ido adquiriendo proporciones considerables, con establecimientos de tres o incluso cuatro plantas. ¿No estaremos cada vez más cerca de un "El Corte de Shang Hai", pero de verdad?

Los puristas dicen que comprar en estos establecimientos mina la economía nacional, que no ayudan a crear empleo, que acaban con la industria, pero ¿no son ya chinos la mayoría de artículos que se venden en todas las tiendas? Este es sólo un paso más en la distribución, porque parece que la producción ya la tienen.

Otra de sus facetas en el ocultimo bajo el que se mueven ¿De dónde vienen? ¿Cómo han llegado? ¿Cuales son sus propósitos a medio plazo? ¿Dónde viven? ¿Dónde son enterrados cuando mueren?

En fin. Es todo un temón, del cual tan sólo apunto un par de reflexiones.

9 comentarios:

marian dijo...

¿Cómo son capaces de llevar sus tiendas sin hablar ni papa de castellano? Conozco una tienda (esta en una pequeña ciudad) en la que la chica que atiende al público solamente sabe decir "vale".

Boooz dijo...

- "Pues esto no te lo pago".
- "vale".

Jajaja. Es broma...

Al Neri dijo...

Sí, Booz, claro, le gustan los artículos de papelería d elos chinos pero luego se compra la Moleskine...

A mí los chinos me parecen gente muy trabajadora y muy seria. Son uno de los colectivos de inmigrantes que menos problemas da. Lo que pasa es que los españoles no les entendemos porque aquí tenemos sacralizado el ocio y el tiempo libre y ellos viven solo para sus negocios.

Un problema es cuando su celo de trabajadores incansables les lleva a incumplir las normas sobre horarios, jornadas, edades mínimas, altas en Seguridad Social, etc, ya que con ello representan una competencia deseal e injusta hacia los trabajadores locales y/o cumplidores con la Ley.

marian dijo...

Boooz hablar no habla, ahora no vea cómo se maneja con el dinero. ¡¡No se la cuelo no!!

Sahndrah dijo...

Curiosamente muchos españoles critican estos establecimientos pero... ¿cuantos chinos veis comprando en un chino? todos son nacionales. Debo reconocer que su expansión asusta pues llegan a fagocitar zonas emblemáticas de ciertas ciudades (tipo "little Italy" en NY), pero al menos es un grupo etnico que no roba ni callejea. En cuanto a la última parte del comentario de Al Neri, debo decir que no me parece mal que cada trabajador elija cuanto desea trabajar (esos horarios interminables más de una vez nos solucionan papeletas),deacuerdo en lo de edades mínimas.

Rocco Lampone dijo...

Sahndrah, bien venida por aqui. Creo que es la primera vez que la veo por aqui, así que sientase como en su casa.

Dulcinea dijo...

Dice Sahndrah: "no me parece mal que cada trabajador elija cuanto desea trabajar".

Si lo eligiera el trabajador, podría no estar mal. Pero, ¿usted cree que lo elige él? Los límites legales de jornada está puestos precisamente para proteger a los curritos de la frase "O trabajas 16 horas al día o a la calle".

Al Neri dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con Dulcinea. Si hubiera horarios libres sería un esclavismo. Los únicos perjudicados por esa libertad de jornada serían los trabajadores.

Otra cosa es un negocio tuyo, en el que podrás trabajar el tiempo que te dé la gana, que yo creo que es a lo que se refiere Sahndrah, siempre eso sí que no implique libertad de horario de apertura al público, que se traduciría en posible competencia desleal y en una carrera para ver quién abre más horas que terminaría machacando el derecho al descanso y a la vida familiar.

Sahndrah dijo...

Rocco Lampone, gracias por la bienvenida,primera vez que paso por aqui pero como decía el "Gobernator"..."I'll be back" ;)

Efectivamente Al Neri entendió mi punto de vista, naturalmente siempre qque la elección de uno no limite libertades de nadie.