La imagen siempre vale más que mil palabras.
Y esta lo demuestra.
Es de un kiosko de mi ciudad. Y rezuma casticismo y catetismo a partes iguales.
Nada de buenas intenciones, de voy a ver si la engraso, o si la cambio.
No.
Empujen con fuerza.
Da igual lo que a ti te pareza.
Tu empuja.
Con fuerza.
No se el tiempo que lleva eso puesto ahí, ni lo que le quedará hasta
que David, nuestro kiosquero, se decida a actuar.
Lo importante es que lo tengas claro:
Tu empuja, no parece cerrado.
Vamos, que si le pillas cerrado de verdad, insiste, empuja.
Tírale la puerta, incluso.
Te lo pide David, tu Kiosquero
7 comentarios:
Y si ves que no se abre patadón en la cerradura ¿no?.
En respuesta a su mensaje del otro día (ya me vale) le diré que no ha pasado nada, nada salvo que por mi nombre y un mail y otra casualidad me localizó alguien que no quería me localizara (es muy plasta).
Usted lo que tiene es un kioskero muy educao! y si no vea lo que ponen en la carpinteria que hay junto a mi casa.
"No hay nadie
tamos sayunando"
Subnormal, absolutamente subnormal. No hay otra palabra.
sita Nagore, saque una foto, por dios!!
Sr. Neri, reportese. Cuide esa lengua, rufian!
hay cada jumento...
Somos asín.
Sí, sí... vosotros reiros y juzgar... pero menudos músculos que tienen los clientes del Kiosco de David... Es más, Rafa Nadal está pensando en ir a entrenarse ahí.
Ainssss, pero qué mala es la envidia!!!
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