Ante un lienzo blanco
sólo resaltas tú. Tu nombre.
Imagino campos dorados, que
se convierten en tus cabellos,
y los suaves caminos, en tus
sinuosidades inquietantes.
Suena tu canción. Nunca
nuestra canción.
Sólo la tuya.
Leyendo, mi mente evoca,
una y otra vez, insistente,
desesperada,
tu nombre.
En la vida, todo resulta doloroso.
En mi mente, todo desordenado.
Todo en torno a ti.
A tu nombre.
3 comentarios:
Eres bueno en la poesía, Rocco. Me gusta mucho. Lástima de dolor... Besos
Rocco, invítela a tomar unas cañas y déjese de poesías.
Gracias, Srta. Rocío. A veces el dolor es necesario para vivir.
Sr Neri, no es mala idea lo de las cañas, no...
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