martes, 19 de enero de 2010
BENEDICTO DIECISEIS
Muchas veces he apelado a mi ignorancia respecto a determinados temas, en los cuales prefiero no meterme para no salir trasquilado. No obstante uno tiene estudios (bastante básicos, es cierto, pero sacados con el sudor de mi frente), y por eso creo que estoy en posición de reivindicar algo que hemos estudiado todos, sin excepción, en aquélla clase de lengua: la diferencia entre números cardinales, ordinales y fraccionarios es decir, la diferencia entre -diecisiete, -decimoséptimo, y -diecisieteava parte. Y es que no es lo mismo, no señor.
¿Cómo puedo respetar a un periodista, con su título y todo, con esos estudios superiores, superiorísimos, con esa ciencia infusa de lo efímero, si no sabe diferenciar entre la manera de denominar los números? Y si además intentamos que lea correctamente un número romano con lineas horizontales, se le funde el cerebro, lo sé: si las letras que representan números romanos llevan palitos horizontales significa que es ordinal (p. ej. III), es decir, primero, segundo, tercero, etc.
La lectura correcta de un nombre como Benedicto XVI no es Benedicto dieciséis, sino Benedicto decimosexto (y menos aun Benedicto decimosextavo, como algún avezado periodista profirió y perpetró en una radio). Alguien se imagina diciendo Juan Carlos uno (o Juan Carlos palito), o Juan Pablo dos (o Juan Pablo palito palito). Entonces qué pasa, que decir "decimosexto" es muy difícil y acortamos con el chirriante y sangrante dieciséis...
En fin, sé que es una batalla perdida, pero aquí queda mi denuncia filológica... Por cierto, estoy consiguiendo que encajen por fin un par de acordes.
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20 comentarios:
Booz que disgusto me acaba de dar y no le digo nada a los de la wikipedia. Toda la vida diciendo Rocky dos y es Rocky ¿segundo? porque en esta ciber-enciclopedia lo escriben así Rocky II.
¿Subirá las escaleras con el mismo ímpetu este hombre si cambiamos la manera de pronunciar el título? ¿El ojo de tigre serguirá sonando igual? muchas dudas ha generado su entrada.
Sra. Mariam: Me alegro de que esté casi recuperada, si no del todo ya.
Dudo que a una enciclopedia colectiva y colectivista, más propia de una Francia postnapoleónica (de Napoleón III -a ver, diga Napoleon tres, o mejor aun, palito palito palito) del S.XIX (decimonoveno) que de la era de la información le importe lo más mínimo dar patadas al diccionario, a la gramática o a la madre de todas las lenguas. Wikipedia es una especie de comunismo gnoseológico donde poco importan conceptos tan poco ortodoxos como el de "verdad" y "mentira".
En segundo lugar, y como complemento de lo anterior, recomendarle que vaya a fuentes más fiables y no a los barrizales del conocimiento (del cual parece que bebe ya toda la humanidad).
En tercer lugar creo que el Eye of the Tiger y la escena de las escaleras son de Rocky 1, pero puede que me falle la memoria.
No estoy recuperada ya ve que recurro a wikipedia y mezclo películas. Esta adicción mía a la azitromicina me va a llevar a mal sitio.
Sra. Marian: Cuideseee...
Yo también me pierdo con estas historias; soy muy de letras. Aprovecho para hacer una consulta:
¿Por qué en España llamamos céntimo a centésima parte del euro y centavo a la del dólar?. ¿Es incorrecta alguna de estas denominaciones? Además "centavo" no viene del inglés ("cent"), sino que probablemente es una traducción que tiene su origen en el doblaje cinematográfico. Pero, ¿por qué cuando llegó el euro no dijimos "cetavos", sino "céntimos"?, ¿para diferenciarlo?, ¿por la tradición del céntimo de peseta?
Hace tiempo consulté este tema y me dijeron que en caso de los ordinales para los nombres de persona, a partir del undécimo se puede usar el correspondiente cardinal. Esto es, Alfonso V es Alfonso Quinto y Alfonso XII se puede decir Alfonso décimosegundo o Alfonso Doce. Me parece que era por economía de lenguaje.
Me aburro a media noche.
Copio y pego del Diccionario Panhispánico de dudas de la RAE.
. En la lengua corriente existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales, en especial los que se refieren a números altos, y a sustituirlos por los cardinales correspondientes
(...)En el caso de las series de papas y reyes con igual nombre, se utilizan, en la escritura, los números romanos (→ números, 3), que se leen como ordinales hasta el número diez (aunque en este último caso puede usarse también el cardinal): Felipe IV (se lee Felipe cuarto), Enrique VIII (Enrique octavo), Alfonso X (Alfonso décimo o diez); pero a partir del diez se leen siempre como cardinales: Luis XVI (Luis dieciséis), Juan XXIII (Juan veintitrés). Para referirse a los siglos, del i al x se usan indistintamente cardinales y ordinales, con preferencia culta por estos últimos: siglo i (se lee siglo primero o siglo uno), siglo ii (siglo segundo o siglo dos), etc.; pero del siglo xi en adelante, el uso general solo admite los cardinales: siglo xi (se lee siglo once), siglo xviii (siglo dieciocho), siglo xxi (siglo veintiuno), etc.
Y para usted, sr. Neri, le dedico otra entrada de dicho diccionario (ya no me compraré el Manuel Seco):
céntimo. 1. ‘Centésima parte de varias unidades monetarias’: «La Electricidad de Caracas perdió cinco céntimos de bolívar» (Universal [Ven.] 6.11.96). Los términos céntimo y centavo (→ centavo), si bien representan un mismo valor, no son intercambiables: la fracción centésima de cada moneda tiene oficialmente uno de estos dos nombres. De ahí que deba evitarse utilizar el término céntimo para monedas cuya fracción oficial es el centavo: Marca de incorrección.40 céntimos de dólar (correcto: 40 centavos de dólar).
2. La abreviatura de céntimo es cént.: 1 cént. (‘un céntimo’). Se escribe con tilde y seguida de punto (→ abreviatura, 6a y d). No debe confundirse con la abreviatura de centavo, que se escribe sin tilde (cent.), ni con el sustantivo cent, que es el nombre oficial supranacional de la fracción del euro (→ cent). El plural de la abreviatura cént. es irregular, cts., y coincide con el plural de la abreviatura de centavo; así pues, 25 cts. puede leerse 25 céntimos o 25 centavos.
Sres. Al Neri y Subdirector: como diría la leyenda de típico escudo de universidad privada: "Saptienta Omnia Vincit". Agradezco su dedicación. Han dado en la clave: es por economía del lenguaje, como la tendencia ahora de decir "entreno" en vez de "entrenamiento", o "mister" en vez de "entrenador", etc.
Somos así... Otra cosa es que al final haya que cambiar la gramática para que se adapte a la gente, pero eso es más propio de idiomas sajones.
Sr. Subdirector: le aconsejo que tenga cuidado con el diccionario panhispánico. Es más un almanaque de casuística que un libro normativo. Creo que se les ha ido la mano en su intención de generar un modelo de tolerancia lingüística: cabe todo.
Siguen sin aclararme si céntimo y centavo son correctos matemáticamente. Según Booz lo correcto sería centavo, por la regla de que los números fraccionarios con un denominador mayor de 10 se leen con la terminación "avo", ¿no?
Muy buenas las expliaciones del Subdirector del Banco Arús: efectivamente, Boooz se equivoca por completo en su entrada inicial al intentar corregir un error que no es tal.
Saludos.
Sr. Ignatus: Además de equivocado soy muy muy feo, pero es lo que hay... Estoy acostunvrao.
No obstante sólo sigo el curso de los acontecimientos. Si se escribe de manera estricta y se usa de manera estricta el lenguaje, por lo menos desde un punto de vista profesional (periodismo y comunicación), entiendo que se deban usar las normas. El Sr. Subdirector ha usado una referencia que tiene casi dos meses de vida, el Panhispánico, al cual le hago el reproche (no sólo yo) de que da por válida cualquier cosa que se haga. En este sentido no es normativo, sino descriptivo, como lo podría ser uno de corte sajón. Si la Real Academia va por esos derroteros, lo hace de manera totalmente legítima, pero bajo su responsabilidad, rayando casi la dejación de funciones.
Parto de la base de que hay tres tipos de nñumeros: ordinales, cardinales y "fraccionales", y que en cada circunstancia debe ser observada su especificidad, nada más. Si a partir de ahí se comienzan a admitir excepciones derivadas de la economía del lenguaje y la Real Academia decide que es mejor constatar esas excepciones en vez de corregirlas (vease el caso que se le hizo con el asunto del género) lo hace, como digo, bajo su propia responsabilidad.
Respecto al cent. y el cént.: creo que efectivamente son válidas las dos, pero que por costumbre se han usado de manera distinta en Yankeeland y en EU. Una hace parte a la "centésima parte" (céntimo)de un Euro, y por lo tanto es lo que se denomina un "partitivo", y la otra hace referencia a un "centavo" de Dólar, y por lo tanto es un "fraccionario".
Apasionante debate. Me encanta discutir de estas cosas.
Entiendo ambas posiciones, pero creo que me tengo que decantar por por el dieciséis más que por el decimosexto que nos propone usted, Sr. Booz.
Me imagino que si los del siglo de oro se asomaran a nuestro español se echarían alguna risotada a nuestra costa y nos tomarían por garrulos. Más o menos la misma reacción que nos provocó a nosotros cuando de chicos leímos por primera vez en clase eso del "desfacer entuertos".
Lo que hace la RAE, más que dejación de sus funciones, es ir con los tiempos y tratar de regular y normalizar una lengua que, como está viva, cambia a cada día. Actitud ésta de la que, dicho sea de paso, ya podía tomar buena nota la SGAE y quienes tratan de impedir que cientos de millones de usuarios dejen de descargarse archivos, en vez de adaptar su mercado y su industria a esa realidad, por lo demás imparable. Pero ese es otro jardín en el que si Dios quiere nos meteremos otro día.
Pretender confrontarse a la RAE, además de pelín pretencioso, es ir contra la fuerza imparable de la sociedad que reinventa la lengua cada vez que la usa. No dude que por mal que le suene, "entreno" acabará siendo la forma común y mas correcta de decir "entrenamiento" que aparecerá en los diccionarios tan sólo como una forma arcana y en desuso de decir "entreno", por muy indignos y mezquinos que le parezcan a usted los orígenes de ese uso.
La RAE es como un certificado de corrección, vale. Pero se vende como una puta a lo políticamente correcto. Ya veréis lo que nos tocará ver en materia de lenguaje no sexista.
O
Vamos a ver. Yo he puesto la referencia al Diccionario Panhispánico pero la explicación me la dieron hace ya unos años. Por lo cual, no es nueva. Mañana si tengo tiempo, echaré un vistazo al diccionario de Manuel Seco y este fin de semana miraré si encuento algo en un libro de Díaz Plaja de hace más de sesenta años.
Por ejemplo, recuerdan ustedes aquél "¿Dónde vas Alfonso XII?" Pues la coplilla parece remontarse no al siglo XIX sino, incluso al XIV o al XV con letras similares. Para mantener la rima y la longitud del verso, obviamente, debería decirse "doce" y no "décimosegundo". Lo que quiero decir es que, esto no es nuevo.
La economía del lenguaje no nos permite machacarlo y decir "entreno" por entrenamiento o cosas parecidas. Es un principo (copio al pie de la letra) que restringe la cantidad de elementos que pueden usarse en la comunicación a la menor cantidad posible a fin de que el instrumento sea flexible y no exija demasiados elementos compositivos.
Acabo de encontrar un artículo interesante:
http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/de-los-numeros-ordinales-32850/
Acabo de consultar varios diccionarios de dudas y uso del Español (entre ellos el de Manuel Seco y no dice nada sobre el asunto salvo que no es correcto décimoprimero ni décimosegundo).
En el Diccionario de Español (no el de dudas) de Manuel Seco, para más inri recalca que no es correcto el uso de fraccionarios como ordinales pero remite a un artículo de Alarcos en el año 88 donde defiende su uso en unos poemas de Eugenio D'Ors.
Mira que esta dando carrete el comentario sobre Benedicto dieciséis o dieciseisavo, o decimosexto, o como sea.
a este paso van a desenterrar diccionarios antiguos y libretos arcanos.
Cuidado con el Necronomicón del árabe loco, Abdul Al-ahzred, de infaustos recuerdos y peligros ignotos...
Sres. todos (incluido el Sr. Lampone): de acuerdo, lo que hace la RAE es normativizar la costumbre... y por esa regla de tres, consagrar las excepciones consuetudinarias. Osea, hacer obvio lo evidente... ¿y para eso necesitamos más o menos cincuenta señores supermegachachidoctos que ocupen un escaño en representación de una letra? Vega, va! ¿Y ésto es lo que finalmente elevamos a la categoría de norma? Por esa regla de tres Belén Esteban (...por mi Andreita yoooo maaaatoooo...) tiene mayor poder de generación de norma que la propia RAE.
Si hay una norma aplicada a una casuística, se aplica, y si no, no, pero estandarizar la excepción no deja de ser... en fin,... no sé...
(Por cierto, Sr. Chirly: el momento más dramático de la historia debió ser la traducción de la Biblia del Hebreo al Griego y al Latín, y lo de traducirlo después a la versión Vulgata y Romance, ni le cuento!).
No obstante, a costa de ser pelín dogmático, esta es una psotura que mantengo dialécticamente, porque no estoy convencido en el fondo de la misma, dado que al igual que el Sr. Subdirector me faltan datos.
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