martes, 12 de enero de 2010

SEÑORAS QUE VAN PASEANDO Y SE PARAN EN SECO PARA DRAMATIZAR LA CONVERSACIÓN


Lo hemos visto todos. Vas por la calle con prisa y dos señoras que van caminando delante de tí en entusiasta conversación haciendo algún aspaviento, de repente ¡zas!, se paran en seco y te las tragas, y pides perdón todo colorado, y se desata la ira y la cólera, y te escapas de ahí como puedes... cosa que no puedes hacer si la señora es tu suegra o tu abuela, que también se para en seco pillándote igualmente desprevenido, pero agarrándote del brazo y haciéndote una especie de llave shaolín que no da contigo en el suelo de puro milagro.

Lo peor de estas señoras es que bloquean la calle y además se absorben tanto en su conversación que no se percatan de tu existencia por más que trates de dar saltitos a su izquierda, a su derecha... es más, diría que subconscientemente o no, si tu tratas de rebasarlas por la derecha, ellas se pegan a la derecha; por la izquierda, pues hala, para la izquierda... nada. Se convierten en verdaderas barreras humanas del tráfico peatonal ¡y no digo nada si son bloques de tres señoras! En ese caso es mejor abandonar toda esperanza, como Dante. Propondría a los peleteros y los fabricantes de abrigos de señora que les incorporaran unos intermitentes y unas luces de freno que, al menos, te previnieran de su intención. Aunque puestos a proponer, pediría a los ayuntamientos de esta España nuestra que ensancharan las aceras todas y crearan "carriles para señoras que se paran en seco para dramatizar la conversación".

Otro momento genial es cuando se separan unos metros la una de la otra con la mano en alto para decirse algo muy importante y tu vas y pasas en medio tragándote la interjección... te miran todo mosqueadas y a lo mejor a tus espaldas llegas a oir algo así como ¡es que la juventud va como loca! mírale, y se va tan contento... ¡ya no hay respeto! y es que estas señoras suelen tener malas pulgas. De hecho, cuando van con su marido y se paran en seco no para dramatizar la conversación (que también) sino para echarle la bulla del siglo y tu te las tragas sin querer (a las señoras), lo normal es que su furia se torne universal y lancen rayos en todas direcciones como una supernova en plena explosión, o más bien como la apertura de la mismísima caja de Pandora.

En el facebook, reducto de jovenes y no tan jovenes con bastante tiempo para perder, han creado un grupo de esto y ya se llegan por los diezmil fans que se están proponiendo hacer una gran quedada para ir un día andando por la calle y pararse todos a la vez creando EL GRAN COLAPSO que podría provocar una reacción en cadena que destruirá el universo.

8 comentarios:

Al Neri dijo...

Jajajaja, muy ingenioso. son como las barreras del parchís.

marian dijo...

¿Cómo las barreras del parchís? nooooo esas sacas un 6 y se quitan. Y estas otras te quitan a tí con 6 bolsazos bien dados si te pones en medio jajajajaja Tengan ustedes cuidado con las señoras, que con los sofocos no se razona y ni un shunami provoca tanta destruccción en tan poco tiempo.
Ayyy benditas hormonas.

Rocco Lampone dijo...

Que nadie ose interrumpir la importante conversacion que tamañas viejecitas despachan por las aceras durante horas sin fin, o entonces se abrá una brecha interdimensional, y es posible que se acabe el universo conocido.

Aprendiz dijo...

¿Cómo las barreras del parchís? jajajajajaja... Muy bueno el post Chirly, pero qué exagerado eres!! Bueno no, que es verdad que a mí me ponen de los nervios porque tienes que acabar pasando por la tierra donde están plantados los árboles y que están llenos de cacas... Y pensar que yo seré de aquí a unos años una "señora que va paseando y se para en seco para dramatizar la conversación"

Boooz dijo...

Estupenda entrada!
Hay una derivada en este tipo de comportamiento, que es el de aquéllos que acompañas por la calle, y en mitad de la conversación, andando tranquilamente, van y se paran, dejándote dos cuerpos más lejos. Normalmente se paran para incidir en algo realmente relevante de la conversación, lo sé. Pero cuando uno sufre este mismo proceso varias veces en la misma calle empieza a pensar que en el fondo es una técnica subversiva para dar por finalizada la conversación y la compañía (y de verdad, salvo excepciones contadas, como algunos con los que tuve el placer de departir en un bar de jazz subterráneo en mi gira de invierno, de esos que llevan camisetas negras desteñidas de Star Wars o pins de 'droja en el colacao', que el resto suele ser gente bastante normal -ahora, que los que estos primeros no son raros, son extraordinarios!).

Al Neri dijo...

Señores de La boca chancla: si ustedes me lo permiten, me gustaría pronunciarme sobre su nueva cabecera, que me parece espeluznante. ¿Quién es el soplagaitas -nunca mejor dicho- de la derecha?

La anterior era mucho más creativa y sugerente y los colores me gustaban mucho. Señores, con la cutrez del hámster ya tenemos suficiente.

Anónimo dijo...

Hola,

En primer lugar, enhorabuena por el post, es buenísimo.

Precisamente, el otro día hablando con un amigo comentamos aquello de que hay señoras que son como las barreras del parchís, así que busqué la página de facebook para hacerme fan. Como no la encontré, he creado yo una y la imagen de este post me ha encantado. Espero que no te importe que la use, si es así, la cambio. También quería saber si te parece bien que ponga un enlace a este post en la página.

Un saludo,
Irene

Rocco Lampone dijo...

Sita Irene, me alegro de que el post le gustara.
Faltaría más que usara la imagen, no hay problema.
Y en cuanto al enlace en el facebook, pues estupendo.

siga pasandose por aquí, espero que le guste.
un saludo.