jueves, 21 de enero de 2010
PRIVATE INVESTIGATIONS & BROTHERS IN ARMS (DIRE STREETS)
Estas dos canciones me evocan la siguiente escena:
Azotea de un edificio de más menos 25 plantas en el centro de una ciudad ciudad (digamos que es Valladolid), sol ocuto tras la montaña y noche oscura que se impone por el este.
Ciudad bullendo con coches que transtan allá abajo, por las calles.
Estoy comodamente sentado en en un sillón de cuero, levemente desgastado por el tiempo. A mi lado tengo una mesa auxiliar con una copa de Chivas 18 años, y a mi derecha mi mano aguanta un humenante Cohiba. Delante de mí la ciudad, y de fondo la sintonía de estas dos canciones...
Es otoño. La brisa seca todavía trae olores del campo, mientras el movimiento allá abajo ignora este hecho.
El ritmo de las canciones rompe la monotonía de los ruidos callejeros mientras contemplo el horizonte y reviso en mi memoria acontecimientos pasados y proyecto futuros.
Seguro que hay canciones mejores, pero venía escuchándolas en el loro del buga y es lo que me ha sugerido. Si más... El resto lo pone la imaginación de ustedes: complementos, marcas, secuencia de hechos, etc...
Por cierto, los acordes que dije que iban no van... a ver si con otros...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Haga su escena realidad en la medida que pueda, aunque solamente sea el chivas y el cohiba. Casi seguro que después de ese homenaje seguro surge algún acorde, suerte.
Pues Valladolid va a ser difícil, el edificio más alto, creo que tiene 22 plantas y lo de la montaña, pues va a ser que son unos montezuelos más bien.
Pero sí, son canciones muy "evocadoras" y que merecen su tiempo y momento para ser escuchadas.
Mucha melancolía inspiran.
Sr. Teutates No seamo puntilloso, hombre, es una ficción. Sin embargo si conoce Valladolid sabrá que es una ciudad sobre la que la barbarie urbanística se cebó entre los años sesenta y setenta haciendo aparecer mostrencos de diez y quince pisos en callejuelas y zonas de la ciudad donde el resto de edicficios no levantan más de cuatro alturas. Hoy siguen ahí y yo tuve la oportunidad de criarme en el piso diez de uno de ellos.
Se da la circustancia de que a pesar de estar a unos doscientos metros del ayuntamiento, desde mi ventana podía ver sin que ningún otro edificio me lo impidiera, las torres de la iglesia de Cigales, la "montaña" de Cabezón, y las crestas del páramo de los montes de Torozos por el oeste y al este la carretera de Villabáñez y las laderas de los páramos que separan la vega del Esgueva y el Duero. Incluyendo por supuesto toda la parte norte de la Ciudad.
Suba algún día a la cafetería del Corte Inglés de Constitución, comprobará que en esta ciudad, en cuanto sube uno del piso seis, las vistas empiezan a ser asombrosas.
Por cierto Boooz, era de 25 años, ahí es nada. No sabía usted lo que estaba haciendo, y yo, aunque me esforcé, creo que nunca supe valorarlo lo suficiente.
Y otro "por cierto": en seguida incorporé a la lista "Riders on the storm" de The Doors (L.A. Woman).
Y ¡qué cojones! me voy a servir ahora mismo una copa de un 18 años que acostumbro a tener por ahí para celebrar su entrada y ¡por que yo lo valgo!. Lo del Cohiba se lo dejo a usted, que si no mi señora me hecha de casa.
Y ya me callo que me estoy poniendo mu pesao.
Sr. Chirly, sin beber hay veces que se pone usted estupendo...
Pero bebiendo ya, es inaguantable!
Modérese, hombreporelamordedios, modérese.
Publicar un comentario