sábado, 2 de enero de 2010

ONE MILLION



Este spot, de puro básico, me tiene hechizado: Hago "chas" y aparece un cochazo, "chas" y un tía, "chas" y se desnuda, "chas" y fotos y flashes: fama, "chas" dollars cayendo a montones... Y todo eso si tienes One Million de Paco Rabanne (el que, por cierto, hace unos añosle dió la ventolera de decir que iba a caer un satélite sobre París y el mundo iba a desaparecer).

Hay una cosa de la publicidad que me encanta, y es que en parte es muy sincera. Me explico, detrás de una campaña hay una palada ingente de pasta que alguien se va a gastar, y al lado de esa palada "no cuesta nada" (es un decir) soltarse un poquito más antes y hacerse un buen estudio de mercado, que te defina un poco para quién va dirigido el producto que se quiere vender, y qué tiene ese público en la cabeza. Normalmente estos estudios son más sinceros que los que pueda publicar cualquier ministerio o instituto estatal porque no tienen detrás motivación política alguna. Así que muestran la verdad. Por eso, por ejemplo ya no se han vuelto a hacer anuncios de marujas con marujos, porque no los hay. Los detergentes, por lo que se ve, siguen siendo cosa de mujeres por muy jóvenes, guapas, modernas (incluso futuristas) que las quieran poner.

El caso es que este anuncio me tiene asombrado porque me ha abierto los ojos de algo evidente para todo el mundo, pero que hasta ahora me había pasado desapercibido: los anuncios de perfumes para hombres (chavales que se estrenan en nochevieja, más bien) son, igual que los de detergentes: sota, caballo y rey. No salen del "échate de esto y las tendrás a tus pieses; a las mujeres, el apartamento en Low Manhattan, el jaguar xk8; todo lo que quieras". Y ellos van y se lo creen. Así olía por la calle en la noche de antes de ayer, sobretodo cuando pasabas cerca de un hotel de esos llenos de chavalines que se ponen un traje barato por primera vez, se han afeitado la pelusilla del mostacho, quitado algunas espinillas y se han atiforrado pero bien a cK for men... a ver si pillan.

3 comentarios:

marian dijo...

Sr.Chirly no me diga que se le ocurrió la peregrina idea de salir en nochevieja, tenga cuidado la próxima vez que se le ocurra y salga con botella de oxígeno y mascarilla. Se de uno que salió esa noche hace 5 años y se desmayó en cuanto intentó entrar al cotillón, doce horas allí tirao y todo el mundo pensando que estaba borracho. Esa noche estaba de moda la colonia del Banderas, no ha vuelto a ser el mismo, perder el sentido del olfato es duro muy duro.

Chirly dijo...

No salí, no, pero vivo en un piso poco alto cerca de un hotel céntrico. En un momento de la noche me asomé para tirar unos petardos ¡y el tufo a colonias baratas y caras subía hasta mi casa! ¡aquella gente se habían vaciado los frascos sobre si mismos!

marian dijo...

Me acabo de acordar algo que hizo mi abuela ¿recuerda ud. unos botecitos de "colonia" llamados JOYA? pues mi abuela solía tener en casa, no voy a entrar a analizar que problema olfativo tenía mi abuela, pues un día después de que sus nietos bañasen al perro se le ocurrió la brillante idea de vaciar un bote de dicha "esencia" encima del pobrecito animal,
¡¡¡que peste¡¡¡ y ese perro con ese sentido del olfato tan desarrollado de perro cazador....... horrible una experiencia horrible, para partirnos de risa pero no por eso menos traumática.