Anoche te hice una visita. Estabas dormida; bella, sosegada.
Sin atisbo de pena. Sin mancha de tristeza. Sin síntomas de desesperación.
Sin atisbo de pena. Sin mancha de tristeza. Sin síntomas de desesperación.
Me costó encontrar el camino a casa; de noche la perspectiva es distinta. Todo tiene otro sentido. Además me molestaban los ojos, creo que tengo tierra y virutas de madera en ellos.
Pude entrar en tu habitación. Apenas tengo recuerdos, aunque por las fotos parece que antes fue nuestra habitación.
Me costó, pero pude abrir la ventana. Quise dejarte una nota, pero no pude.
Me costó, pero pude abrir la ventana. Quise dejarte una nota, pero no pude.
No recuerdo como se escribe.
Además observé que me faltan uñas, y creo que me he roto algún que otro dedo.
Debió ser cuando arañaba la tapa del ataúd.
Debió ser cuando arañaba la tapa del ataúd.
Lo curioso es que no me duele.
Lo volveré a intentar hoy.
Lo volveré a intentar hoy.
12 comentarios:
¡¡Qué cosa más triste por Dios!!
Joder, qué macabro. ¡Lagarto, lagarto!
Es muy bonito Sr. Lampone, muy bonito...
Me recuerda a las típicas historias en las que una malvada mujer envenena al marido con no sé qué veneno exótico para poder quedarse con todo lo de él y dedicarse a darle todo el día con el amante.
Pero el marido bebe menos veneno de la cuenta y queda en un estado cataléptico. Una vez enterrado, despierta y puede salir porque la zorra asesina también es un rácana que ha comprado un ataúd medio podrido que el nofinado puede romper a golpes.
El cornudo sale tras atravesar dos metros de tierra embarrada por la tormenta y se dirige a su casa. Allí, encuentra a la víbora viuda trajinándose a su amante -seguro que amigo del marido- y él, sabiendo que nadie sospechará de un muerto, comienza a maquinar su terrible venganza.
Por cierto, debe ser horrible ser enterrado vivo. Hay gente que quiere ser incenerada por eso pero, ¿acaso no debe ser igual de horroso despertarse dentro de un horno crematorio?
Me ha recordado a Bécquer. Es usted un romántico...
nagore me ha quitado lo de Becquer de la punta de la lengua. ¡Me ha parecido genial!
¿Triste, Aprendiz? ¿Macabro, Neri? ¡Amos anda!
Yo prefiero ser decapitada, no creo que despierte justo en ese momento, ya tengo avisados a mis padres por si las moscas..;-)
gracias a todos. La verdad es que a mi me gusta mucho.
Y tiene un aire a becquer y a poe...
Vale a Becquer a Poe.....a quién a tí te de la gana. Pero si vienes hoy a tomar una copa yatemeestaslavandolasmanos y te me arreglas las uñas.
Coño¡¡ que estamos perdiendo las buenas formas al ir de visita.
Aainnsssquechicoesteeee.
Este post me ha traido a la memoria y sobre todo al corazón un poema que leí por 1ª vez a los 18 años. "¡Qué lastima!" de León Felipe.
Triste.
Bello.
Nostálgico.
Sereno.
¡Qué alegría volverla a leer por aquí señorita Sandra! precisamente ayer algunos bocachanclos habíamos comentado lo mucho que echabamos de menos sus comentarios...
Sr. Chirly, problemas "tesnicos", me han tenido lejos del ciberespacio. Mi ordenador murió y la resurrección, tras varios intentos, fue imposible.
Ayer me traje un nuevo "baby". Y con él ha vuelto mi gozo cibernáutico.
Gracias su recibimiento!!
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