viernes, 12 de febrero de 2010

UN SEGUNDO



Eran poco más de las once de la noche. Por motivos pseudoprofesionales estaba en un carretera secundaria, a unos diez kilómetros de mi casa, dirigiéndome a ella. La velocidad que marcaba el velocímetro era la normal para ese tipo de vías. No llueve, no hay niebla. Alrededor todo estaba oscuro. No había vehículos alrededor. En el loro iba sonando el LP de Anthrax "Sound of the white noise", en concreto el single "Only".

En la lejanía se divisa una de las primeras rotondas que se multiplican a medida que uno se acerca al casco urbano. La rotonda está mal iluminada y peor señalizada. Debido a pequeñas irregularidades que han ido apareciendo en el asfalto decido, como siempre, reducir notablemente la velocidad. Sigue sin haber luces en el horizonte. Sigue sonando "Only".

Entro en la rotonda. Estoy sólo. He reducido ostensiblemente la velocidad. Abordo la primera curva., la de entrada en la rotonda. Estoy sólo. Es una rotonda de carretera secundaria, no tiene pasos de peatones. Pero ninguna de estas ideas pasan por mi cabeza cuando la abordo. Sólo falta un golpe al volante, abordar la segunda curva, la del interior de la rotonda, para acceder a la tercera curva, por la que se sale de la rotonda.

Los faros iluminan engañosamente algo. No lo distingo bien, coincide con el extemo del parabrisas. No lo distingo bien. No está bien iluminado. Sigue sonando "Only". Abordo la curva de salida de la rotonda. En la duda decido frenar. Hay algo delante a pocos, muy pocos metros. Me estoy precipitando contra algo. Clavo el coche...

Frente a mi veo borrosamente unas bolsas de basura sujetadas por unas manos de un señor mayor, muy mayor, y todo esto a escasísimos centímetros del morro de mi coche. Él hace como que no me ha visto, y sigue cruzando la carretera en una noche cerrada en la salida de una rotonda. Lleva un jersey de punto gordo de color marrón, mismo color que sus pantalones. Sólo se distingue del entorno cuando se mueve, iluminado por unos faros que ahora parecen deslumbrarle.

Se me corta la respiración. Oigo el ruido del motor al ralentí. Sólo ha faltado un segundo para atropellarle. En un segundo hubiera cambiado mi vida. En un segundo hubiera cambiado la suya. Ya ha dejado de sonar "Only". Me quedo quieto unos segundos más. Salgo de nuevo. Todo seguirá igual, pero en esa carretera, al menos para mi, nada volverá a ser lo mismo.

22 comentarios:

labocachancla dijo...

Real o ficción?

Bueno, casi siento como atropello al anciano...

labocachancla dijo...

muy bueno, diria yo.

Lo he atropellado.

Boooz dijo...

Real.

marian dijo...

Vaya mal rato Boooz, lo siento.

Rocco Lampone dijo...

Joder. En mi inmensa alegría por el decapitamiento de ayer me he decidido a tomar el poder omnímodo, y he firmado como labocachancla en lugar de firmar como Rocco...

Vamos, que se me ha ido la olla...

Anónimo dijo...

Sr. Boooz, la historia es real... pero está seguro que el viejete era real... no sería el abuelo de la rotonda... abuelo de la famosa chica de la curva??
Porque si a él siguió como si no le hubiese visto y estuvo a punto de morir o bien es un fantasma o venía de confesarse y estaba listo para ese momento!!

marian dijo...

Sandra vivo en un pueblo al que por supuesto se llega por carreteras secundarias. LLegado el buen tiempo cuál invasión de polillas todos y todas jubilados y jubiladas del pueblo (aquí aplico ley de igualdad), toman las carreteras a su antojo para pasear y casi siempre a la peor hora para conducir, la temible CAIDA DEL SOL. Gustan de pasear en fila de a tres por lo que los mini-arcenes y cunetas se les quedan pequeños y no veas que odisea es conducir mientras esquivas viejetes.

¿Me darán algo en la Seguridad Social si me llevo unos cuantos por delante?

Rocco Lampone dijo...

Srta. Marian, lo importante de un atropello a un ancian@ es buscar la cadera operada, la prótesis de titanio. Y golpear con fuerza, para escuchar el tintineo de los metales...

Por tres de esos, Zapatero te pone wifi gratis y un gaylor en tu vida.

Anónimo dijo...

Marian, aunque mirando por la mirilla de su blog le sale que vio en V. vivo en un pueblo a las afueras... y dentro de ese pueblo, vivo a las afueras... con decirle que aquí no conocemos las aceras, ni el agua de traída (todos con pozo), ni alcantarillado (sólo unos pocos lo tenemos...). El caso es que vivo en el monte, rodeada de árboles... y hay una zona amplia de monte através que no tenemos ni alumbrado... y a los agüelos aquí hacen lo mismo que lo que cuentas... aunque desde hace un tiempo, repartieron chalecos y brazaletes reflectantesen en los ambulatorios (sabían donde encontrar a la juventud caminante...).

Anónimo dijo...

Por cierto, cuidadín, cuidadín con los agüeltes jublilados...

http://www.youtube.com/watch?v=OD4Kzs7xPCk

marian dijo...

Hmmmm voy a informarme de los últimos operados.

Me voy que tengo fiesta de carnaval con los niños, un juergón de muerte:
-globos
-bizcochos y mermelada
-antifaz decorado por ellos
-orejitas de gato

Ya se que se mueren de envida pero así es la vida, fiesta para madres.
wowwww

Rocco Lampone dijo...

Srta. Sandra, parece que vive usted cerca de Mordor...

Rocco Lampone dijo...

Hum...fiesta para madres...

hum...

Boooz dijo...

Sr. Lampone: por un momento, en su contestación a la fiesta para madres, me le he imaginado cual Garfield: "Hummm..."

Rocco Lampone dijo...

Sr. Boooz, no sea usted bribón...

Anónimo dijo...

Sr. Lampone haga una escapadita del trabajo (ya sabe póngase malo de repente, de súbito...) y aparezca a la fiesta... en toda fiesta de madres hay comida a mogollón y de lo más variada y deliciosa... Ánimese, que aún pilla a Marian!!!

Anónimo dijo...

En Mordor no había árboles...

Boooz dijo...

Para no ser mal interpretado. Lo propio de Garfield era su predilección por su cajón de arena, y la lasagna, además del placer se sentirse arrullado por personas de confianza.

Srta. Sandra: Le aseguro que el abuelete era real. Por cierto ¿Vio el documento? ¿se sintió invadida por miles de virus que le salian del teclado.

Anónimo dijo...

Sr. Boooz, ví el docomento... bueno, eso es una tesis doctoral con todas las de la ley.
Me reí de lo lindo y lo reenvié a varios brownwers, para que se regocijasen al ver que lo suyo no es una singularidad en el universo...

No se ría de mí, Sr. Boooz, y de mis miedos víricos... que, como se suele decir, "Dios está encima" y le puede mandar una plaga de troyanos con ganas de juerga...

Chirly dijo...

Me ha encantado su entrada de hoy (y la de ayer). Hay una escena de "El curioso caso de Benjamin Button" que describe muy bien eso de lo que ya hemos hablado de como una cadena de insignificantes sucesos pueden producir un cambio en la vida que con solo retrasarse en un sólo segundo cualquiera de ellos no hubiera sucedido nada.

Chirly dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marisol dijo...

Ja,ja,ja no imagino a Rocco en la fiesta los niños las madres los globos......hay que ser padres para asistir a una fiesta de ese tipo.