Por extraños azares del destino, soy el único acertante del Euromillones.
Estoy forrado hasta las trancas.
1º Para que mis padres no sospechen nada busco al último acertante de la lotería y le compro el premio por el doble. A mis padres les doy ese premio, quedándome yo un porcentaje pequeño.
2º Como no tengo mujer ni hijos (que sepa), no tengo que fingir. Amueblo el pisito de forma hortera. Lo tiro todo y lo vuelvo a amueblar.
3º Vendo el pisito y me compro un ático con vistas al parque de mi ciudad. Que me lo amueble el Corte Inglés.
4º Me compro un Ferrari, un Maseratti y un Porche.
5º Decido cambiar el Maseratti y el Porche por un Hummer y un trailer de lujo. En coches biplazas no caben mujeres, ni se pueden hacer fiestas en jacuzzi.
6º Me compro una moto de gran cilindrada.
7º Me pago unas vacaciones en un hospital debido al leñazo que me he dado en la moto. Tiro la moto al río.
8º Me compro otra moto de gran cilindrada y le pongo un sidecar. Contrato un chófer hasta que pueda caminar.
9º Llamo a un buen amigo mío del colegio, le doy su peso en oro multiplicado por quince y le nombro testaferro, para que gestione. Su mote en el instituto era El Padrino. Decido no preocuparme.
10º Voy a la parroquia y le suelto al párroco un millón de euros. Quiero varias misas diarias por mi alma hasta que me muera. Solucionado el tema religioso.
11º Para no levantar sospechas, les digo a mis padres que el ministerio me ha propuesto para el servicio de relaciones internacionales, y por eso debo viajar mucho. A mi tío, que trabaja conmigo, tendré que sobornarlo.
12º Voy a ver a mis colegas de Madrid, a montarnos el juergón del siglo. Tras varios días de fiesta y alcohol en compañía de orientales, decido comprar el caserón donde llevamos una semana de parranda.
13º Paso tres días en la cárcel y provoco un conflicto diplomático de tres pares de cojones, pues el caserón donde hicimos la fiesta es la embajada de Japón en España.
14º Contrato guardaespaldas. Las orientales de la fiesta eran las hijas del embajador y sus primas venidas de Fukuoka. La yakuza me sigue.
Estoy forrado hasta las trancas.
1º Para que mis padres no sospechen nada busco al último acertante de la lotería y le compro el premio por el doble. A mis padres les doy ese premio, quedándome yo un porcentaje pequeño.
2º Como no tengo mujer ni hijos (que sepa), no tengo que fingir. Amueblo el pisito de forma hortera. Lo tiro todo y lo vuelvo a amueblar.
3º Vendo el pisito y me compro un ático con vistas al parque de mi ciudad. Que me lo amueble el Corte Inglés.
4º Me compro un Ferrari, un Maseratti y un Porche.
5º Decido cambiar el Maseratti y el Porche por un Hummer y un trailer de lujo. En coches biplazas no caben mujeres, ni se pueden hacer fiestas en jacuzzi.
6º Me compro una moto de gran cilindrada.
7º Me pago unas vacaciones en un hospital debido al leñazo que me he dado en la moto. Tiro la moto al río.
8º Me compro otra moto de gran cilindrada y le pongo un sidecar. Contrato un chófer hasta que pueda caminar.
9º Llamo a un buen amigo mío del colegio, le doy su peso en oro multiplicado por quince y le nombro testaferro, para que gestione. Su mote en el instituto era El Padrino. Decido no preocuparme.
10º Voy a la parroquia y le suelto al párroco un millón de euros. Quiero varias misas diarias por mi alma hasta que me muera. Solucionado el tema religioso.
11º Para no levantar sospechas, les digo a mis padres que el ministerio me ha propuesto para el servicio de relaciones internacionales, y por eso debo viajar mucho. A mi tío, que trabaja conmigo, tendré que sobornarlo.
12º Voy a ver a mis colegas de Madrid, a montarnos el juergón del siglo. Tras varios días de fiesta y alcohol en compañía de orientales, decido comprar el caserón donde llevamos una semana de parranda.
13º Paso tres días en la cárcel y provoco un conflicto diplomático de tres pares de cojones, pues el caserón donde hicimos la fiesta es la embajada de Japón en España.
14º Contrato guardaespaldas. Las orientales de la fiesta eran las hijas del embajador y sus primas venidas de Fukuoka. La yakuza me sigue.
15º Voy a ver a mis amigos de Castellón. Contratamos un yate y nos montamos una fiesta de agárrate y no te menees.
16º Sin saber nada de navegación llegamos a Montecarlo. Pasamos por el Casino. Nos sacan del Casino por alborotadores. Al contar los que somos descubro diez personas más: cuatro mujeres (de mal vivir), dos borrachines muy simpáticos, dos gays (que invitamos amablemente a que se vayan) y dos terroristas del este empeñados en venderme armas.
17º No se cómo, pero he comprado granadas anticarro, varias M60, lanzacohetes, un submarino nuclear y dos helicópteros. Los del Este se van encantados.
18º De vuelta al barco, seguimos la fiesta. De pronto nos asalta un helicóptero. Un amigo mío, ligeramente enturciado, ha llamado a emergencias pidiendo un rescate. Media flota viene a auxiliarnos.
19º Después de pagar hasta el último céntimo del falso rescate, varias enfermeras han subido a bordo, diciendo que somos unos chicos malos….Ya no sé cuantos somos.
20º Llamamos de nuevo pidiendo rescate. Un amigo ha disparado el lanzacohetes al revés y hemos hundido el barco.
21º No viene nadie.
22º Nos recoge un crucero. Esta patrocinado por la comunidad gay más antigua de Europa. Nos arrojamos por la borda.
23º Nos recoge otro crucero. Patrocinado por una agencia de viajes de la tercera edad. Nos arrojamos por la borda. Descubro que faltan dos, que se han quedado al abrigo de viejas ricachonas.
24º Nos recoge un barquito. Patrocinado por el Arzobispado luterano de no sé donde. Nos arrojan por la borda.
25º Nos recoge un carguero neozelandés. Nos llevan a su tierra. Tres amigos míos se apuntan al equipo de rugby y otros dos se hacen presbiterianos. No se en qué barco se quedaron las enfermeras. Tras arduas negociaciones con la embajada española (y euros de por medio), volvemos a España.
26º Voy al monasterio de la trapa a descansar y meditar durante unos meses. Allí me entero de que mi testaferro se ha hecho con el control de la ciudad. Vuelvo, y me nombran alcalde.
27º Me siento en mi silla, al igual que Conan al final de la peli, a pensar qué diablos hacer con una ciudad y con todo el dinero que me queda.
Pd. Se aceptan sugerencias.
16º Sin saber nada de navegación llegamos a Montecarlo. Pasamos por el Casino. Nos sacan del Casino por alborotadores. Al contar los que somos descubro diez personas más: cuatro mujeres (de mal vivir), dos borrachines muy simpáticos, dos gays (que invitamos amablemente a que se vayan) y dos terroristas del este empeñados en venderme armas.
17º No se cómo, pero he comprado granadas anticarro, varias M60, lanzacohetes, un submarino nuclear y dos helicópteros. Los del Este se van encantados.
18º De vuelta al barco, seguimos la fiesta. De pronto nos asalta un helicóptero. Un amigo mío, ligeramente enturciado, ha llamado a emergencias pidiendo un rescate. Media flota viene a auxiliarnos.
19º Después de pagar hasta el último céntimo del falso rescate, varias enfermeras han subido a bordo, diciendo que somos unos chicos malos….Ya no sé cuantos somos.
20º Llamamos de nuevo pidiendo rescate. Un amigo ha disparado el lanzacohetes al revés y hemos hundido el barco.
21º No viene nadie.
22º Nos recoge un crucero. Esta patrocinado por la comunidad gay más antigua de Europa. Nos arrojamos por la borda.
23º Nos recoge otro crucero. Patrocinado por una agencia de viajes de la tercera edad. Nos arrojamos por la borda. Descubro que faltan dos, que se han quedado al abrigo de viejas ricachonas.
24º Nos recoge un barquito. Patrocinado por el Arzobispado luterano de no sé donde. Nos arrojan por la borda.
25º Nos recoge un carguero neozelandés. Nos llevan a su tierra. Tres amigos míos se apuntan al equipo de rugby y otros dos se hacen presbiterianos. No se en qué barco se quedaron las enfermeras. Tras arduas negociaciones con la embajada española (y euros de por medio), volvemos a España.
26º Voy al monasterio de la trapa a descansar y meditar durante unos meses. Allí me entero de que mi testaferro se ha hecho con el control de la ciudad. Vuelvo, y me nombran alcalde.
27º Me siento en mi silla, al igual que Conan al final de la peli, a pensar qué diablos hacer con una ciudad y con todo el dinero que me queda.
Pd. Se aceptan sugerencias.
8 comentarios:
Tooooooooooopeeee!!!!!
Su actitud hacia los gays me ha parecido intolerable.
Creo que mer4ece el premio al millonario pirado. Eso si, su actitud ante los gays me ha parecido a mi también del todo intolerable. Yo aun diría más: intolerable.
Yo propongo que a cada uno de los que nos pasamos de vez en cuando por su estupendo blog, nos asigne un magnífico puesto en la ciudad en la que es alcalde, con el que podamos vivir del cuento toda la vida ganando un capitalazo. Porque la lotería puede tocar de muchas maneras...
Joooé, cómo se os va la pinza, jajajajaja. Es una pena que hundierais el yate, a mí me hubiera venido mu bien para irme a bucear (pagando ustedes el amarre, seguro, mantenimiento y todo lo demás, que para eso sois super ricos y no sabéis que hacer con el dinero...).
Su actitud hacia los gays, tercera edad, enfermeras, mujeres de mal vivir y japoneses ha sido absolutamente intolerable.
agradecido me hallo ante tanto halago.
En cuanto al comportamiento que dispensamos a los gays a mi también me pareció intolerable, y así se lo hice saber a mis colegas de parranda.
Pero estos no estaban por la labor, preferian enfermeras y orientales.
Merezco una reprimenda; como alcalde que soy subire los impuestos a todos.
Rocco, ¿cuándo se va a poner en el perfil una foto del verdadero Lampone en vez de la bujarrada esa?
Sr. Neri, de momento, las fotos que he encontrado de Lampone no me favorecen.
Seguiremos buscando...
(modere su lengua, rufián..)
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