jueves, 15 de octubre de 2009

DONDE PONE EL OJO…


La concesión del Nobel de la Paz al exasperantemente famoso B. Obama ha sido, para muchos, la gota que colma el vaso.

El argumento esgrimido por los caballeretes de Oslo que regalan esa minucia ha sido que “genera confianza…”
Y eso que es un tipo que, a día de hoy, tras casi un año de mandato, una vez disipado el humo de su campaña se ve, precisamente, eso: humo. Bonitas palabras y el impulso de mucha gente descontenta con Bush que gritaba pidiendo un cambio sin saber que aupaban a una ilusión, a un tipo capaz de recoger esas ansias de la gente y prometerlas con la boca llena.
Un tipo que pasado un año sigue diciendo cosas bonitas, aunque menos, y que no ha hecho absolutamente nada, ni de lo que prometió, ni de lo que imaginó, ni de lo que se suponía.

Eso si, ha tomado unas cervezas con un profesor negro y un poli blanco en la Casa Blanca, cosa que yo, al menos a la vez, aún no he hecho.

Si es verídico que no ha hecho nada, más aún lo es su carácter pacificador. Qué demonios ha hecho este hombre por la paz?

1. Pedir más soldados y dinero para la lucha afgana (hay miedo a decir guerra, sobre todo en otros estados...) a su parlamento y a sus países vecinos (y encima le hacemos caso).

2. Desarrolla una bomba anti-silo que permite destruir instalaciones nucleares bajo tierra.

3. No llevado a cabo su tan cacareada clausura de Guantánamo.

4. No ha terminado con Irak.

5. La sigue liando parda en Afganistán, donde cada día que pasa la sensación de desamparo y descontrol, por parte de las tropas aliadas, es cada vez mayor.

El Líder Obama ha dicho, con la boquita pequeña, que no se lo merecía.
Pero no lo ha devuelto, ni lo ha rechazado. Está mejor en su bolsillo que en el de cualquier otro tipejo de otro país. Y la honradez me la paso por los gramenagüers, que para eso soy el nobel de la peace.


Interesantes resultan las palabras de Elena Bonner, viuda del Nobel de la Paz 1975 Andréi Sájarov, que acusa al comité nobelesco de violar sus propias normas por motivos políticos al conceder este galardón al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Para que Obama recibiera legalmente este premio, cuya concesión se comunicó el viernes, su candidatura debió ser presentada "en el curso de apenas diez días después de su investidura como presidente", el pasado 20 de enero, o incluso durante su campaña electoral, denunció Bonner en un artículo de opinión publicado en un diario digital ruso.
La activista de los derechos humanos recordó que el reglamento de los Premios Nobel de la Paz establece que "se admiten a estudio las candidaturas presentadas no más tarde del 1 de febrero del año de adjudicación".
Elena agregó que le asombra "con qué facilidad los políticos, financieros y grandes empresarios se saltan hoy en día las normas morales, éticas y jurídicas en aras de los beneficios políticos, partidistas o meramente personales".
¿Estamos ante un claro caso manipulado, una compra vil y a la cara de un premio, una desfachatez y un desprestigio a esa institución, o una metedura de pata de una Institución con cada vez menos prestigio?
¿Dónde quedan los valores que lo inspiraron? ¿Qué se puede extraer de esto? ¿Qué cara se nos queda a los demás?

7 comentarios:

Boooz dijo...

Has madrugado, compañero. Respecto al hecho: los Nobel nunca han sido una cuestión democrática, igual que los Príncipe de Asturias (acuérdense del caso F. Alonso). Igual que el Festival de Cannes, o el de Venecia, el de nuestra vecina San Sebastián, Valladolid, o el de Habaneras de Torrevieja o el Planeta de Lara. Una descripción del hecho dice que unos tipos con nombres y apellidos, representando unos intereses determinados han decidido dar el premio a alguien muy mediático (pensando probablemente que revertirá en el propio prestigio del premio, y también, por qué no, en un beneficio personal). Nada más. Nosotros le damos la importancia que queramos, al igual que los medios. ¿Que el individuo se lo merece? Segun los criterios "personales" que tengan los que dan el premio, pues sí, pero es como la selección nacional: hay 40 millones de selecciones posibles. ¿Que de esta manera se cargan el prestigio de el premio? El tiempo lo dirá.

Rocco Lampone dijo...

Buenos días amigo:

Es cierto que no es algo democrático, pero por ello no deja de ser absurdo. Y encima cuando después parece que el ser Nobel de la Paz (o de lo que sea, que proliferan los Nobel como champiñones) es patente de corso para decir, criticar, ir a sitios, cobrar un riñon y ser una celebridad.
Pues al menos que se lo den a alguien que lo merezca.
Si no, pues que me den a mi alguno, ya que estamos, que me vendrá bien.

Un saludo.

Boooz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Boooz dijo...

Recomiendo el siguiente post:
ue el comandante en jefe de las fuerzas armadas más poderosas del mundo y presidente del país que posee el mayor arsenal nuclear con capacidad para destruir cualquier lugar de la tierra o la tierra misma, se ponga a la cabeza de la causa del desarme nuclear –que es en gran medida un autodesarme- y consiga para ello un voto unánime en las Naciones Unidas, incluidas las demás potencias nucleares (es decir, que comience a escribir el final de la historia que ha tenido al mundo aterrorizado desde Hiroshima);

Que ese mismo Presidente sea el primer político que ha ligado la lucha contra el cambio climático a la lucha por la paz en el mundo, diciendo –también en Naciones Unidas- la verdad que todos sabemos: que el cambio climático no sólo traerá destrucción del medio ambiente y pobreza, también traerá guerras que serán crueles –como toda lucha por la supervivencia- y devastadoras;

Que apenas con un viaje y un par de discursos haya abierto más perspectivas de paz en Oriente Medio –el conflicto local con mayor capacidad de desestabilización global- que todos sus antecesores en muchos años;

Y que su propia elección como Presidente de Estados Unidos haya supuesto el mayor avance contra el racismo de las últimas décadas;

Todo ello no es suficiente, a juicio de muchos, para justificar el Premio Nobel de la Paz que le fue concedido ayer al Presidente Barack Obama.

Quizá se olvida que el Premio Nobel de la Paz es ante todo un premio de naturaleza política (“a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz” , según consta en sus bases), que quienes lo deciden son políticos (un comité especial del Parlamento noruego) y que lo hacen, naturalmente, por razones y con finalidades políticas. Por ejemplo, impulsar determinados procesos de paz o de desarme en marcha.

El que mejor ha entendido el mensaje ha sido el propio Obama, que lo ha dejado muy claro: sabe que no le han dado el premio por lo que ha hecho, sino para que haga lo que todos esperamos y sólo él puede hacer. Que este premio puede ser más una carga que un alivio. Porque a partir de ahora en las mesas de negociación no sólo se sentará un presidente en ejercicio, sino un Premio Nobel de la Paz; y eso obliga mucho… a ambos lados de la mesa.

Alguien ha sugerido, además, que en realidad a Obama le han premiado por el hecho de no ser Bush. Pues mira, no está mal visto. Se non è vero è ben trovato…
--

Tomado del Blog: http://www.elcuadernodepepeblanco.com/

(P.d. Siento haber borrado la antierior, pero no había pegado bien el post).

Chirly dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted. Está claro es que resulta absolutamente precipitado dar el premio novel de la paz a alguien que, a todas luces, aun no ha hecho sino emprender el camino hacia sus pacificadores objetivos.

Dicho esto quiero apuntarle, Sr. Lampone, que si bien resulta precipitado este premio nobel, quizá tambien resulte precipitado su juicio sobre Obama. Dejemos que agote su primera legislatura y después podremos juzgar si ha cumplido o no con su programa. Tanto para acusarle de vendedor de humo como para concederle el premio nobel de la paz.

Rocco Lampone dijo...

Insisto en que creo que quien critica la concesion del nobel tiene motivos justificados al hacerlo, pues aún no ha demostrado nada. Es cierto también que apenas a tenido tiempo, pero en eso estriba la crítica. Si necesita tiempo para convertir el humo en éxitos, dale el nobel el año que viene, cuando esas buenas intenciones sean algo más.
Si no, cagada habemus.

Al Neri dijo...

Obama es solamente una bengala de la política. Mucho destello, pero de poca duración. Ya lo verán.

Por cierto, Rocco, me gusta su nueva imagen.