lunes, 19 de octubre de 2009

NO QUIERO OTRA PANTALLA


Sucedió en un Mediamarkt habitual. Estaba dando un paseo por el festival de la pantalla y el ruido que suele ser la sección "pantallas" -que no lavadoras- y de repente fui testigo de una imagen surrealista, digna de un Buñuel aspirante a un Sundance patrocinado. Niño rodeado de niños enfrente de un lector de libros electrónico (eBook, o como quiera denominarse, no sé) de estos de pantalla de tinta líquida. La edad de los 5-6 churrumbeles podría ser algo asín como de 16 a 18 años, y por tanto con poder adquisitivo o parental-coactivo. Todos ellos están alrededor del invento, viendo las prestaciones y las posibilidades. Yo, escéptico, presencio la escena (a ver, estamos hablando de un cacharro que sólo muestra hojas de libros, es decir, que no tiene mucho futuro en el grupo dado el perfil de los potenciales: sin luces, sin sonido, sin cámara, sin video, sin películas, sin internet, sin mail, sin tweeter, sin sms). Después de darle a los botones, y mirar a ver si había algo más que se les hubiera escapado comienzo a comprobar cómo mis vaticinios se iban cumpliendo escrupulosamente: abandonan el garito del invento con cara de lunes. Pero hete aquí que de repente una luz ilumina mi esperanza hacia el futuro de la humanidad. Uno de ellos dice: “No, tío, no, que no quiero otra pantalla más”.

Probablemente no se había enterado de qué iba el asunto, ni para qué servía, ni las prestaciones, ni que sólo almacenaba libros, pero afirmación fue toda una declaración de intenciones: “No quiero otra pantalla más”. Eso dijo, sí, eso, no otra cosa. Ojo al salto: es como decir: me aburren ya tantas pantallas. Eccco. Tengo demasiadas. Por lo tanto estamos hablando de un presunto aburrido tecnológico. Fascinados a los 10 años, presuntos aburridos a los 18. Esto es lo que nos espera. ¿Será el único? ¿Hay más? ¿Están organizados? ¿Es el inicio de un movimiento de incalculadas dimensiones planetarias? ¿Cuál será el siguiente paso? Ciertamente hay una luz (con nombre y apellidos desconocidos e inciertas intenciones) de esperanza para aquellos que intentamos cultivar la inteligencia propia y ajena. ¿VOLVEREMOS, POR FIN, AL PAPEL?

Dedicado Melinda y su marido.

5 comentarios:

Rocco Lampone dijo...

Pues sí, querido amigo. Los nenes de ahora están saturados de tanta pantallita.
Entre la nintendo ds, la psp, el móvil megabueno que tienen, el twitter, feisbuck, tuenti y demás mandangas, a veces acaban saturados.
No descubrirán el placer de un buen libro impreso hasta varios años después, y no todos.
A mi, que me gusta la tecnología y cuento en mi haber con instrumentos varios, me sigue gustando mucho un buen libro y olvidarme un poco de la tecnología.

Aprendiz dijo...

Yo creo que tanta tecnología acaba cansando, yo de chica estaba pegada a las consolas y a la tele todo el rato, y ahora no las quiero ni ver. Del ordenador he disfrutado menos de chica y ahora lo estoy pagando... pero todo acaba cansando. No creo que tenga tanto éxito el ebook ese, también hay PDA y yo al menos prefiero una agenda de papel...

Al Neri dijo...

Trabajo mucho con el ordenador: redactando informes, preparando borradores, mandando correos, haciendo tablas... Pero cuando tengo que leer algo, me lo imprimo. Soy incapaz de leer cuidadosamente un proyecto o un dictamen en la pantalla del pc. Siempre lo saco a doble cara y a dos páginas por cara, para gastar cuatro veces menos papel (todavía tengo buena vista), pero necesito seguir las líneas con el dedo, subrayar, tachar, poner notas a mano. En el monitor no puedo. Y las veces que lo he hecho, me he confundido mucho más, se me han pasado detalles...

Chirly dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Chirly dijo...

Yo también soy escéptico a el libro este. Estoy con Neri, siempre es más relajado, no sé porqué, ver cosas impresas que no en pantalla. Y no digamos de los libros que contienen imágenes (yo si un libro, aunque sea de Zola, no me viene con dibujitos cada dos páginas soy incapaz de leerlo), es como más facil hacerte una composición global y al mismo tiempo fijarte en los detalles... Es curioso.

Aunque lo verdaderamente curioso es la revolución que puede causar. El sector de libreros y editorial están muy temerosos de que el nuevo cacharro sea el causante de que tengan que digitalizar todos los libros y best sellers. Y ya se sabe lo que pasa en cuanto uno digitaliza algo. Están temiéndose que con las tiendas de libros pase como con las de discos ¿cuantas quedan? Al menos la música está salvando el culo porque los músicos siempre pueden irse de gira y recaudar lo que ya no recauadan vendiendo discos. Pero los escritores ¿qué harán? ¿se irán por las librerías a leer sus libros en directo? ¿será el fin de la creación literaria?

Sinceramente no lo creo, pero tengo curiosidad de saber por donde sale la cosa.