lunes, 5 de octubre de 2009

PRIORIDADES

Venía de Madrid el otro día, después de departir y compartir con gente de empresa, directivos en su mayoría, que es capaz de matar a su madre por un 0,00005% más de rentabilidad en sus vidas y en sus negocios (metafóricamente hablando, claro, aunque a veces lo dudo). En la cabeza tenía la idea de que la eficiencia y la eficacia no tienen que ser las únicas normas de comportamiento ni profesional ni personal, pero al final uno es lo que practica, y los cerocomas se convierten en hábitos de vida. También comencé a pensar que en el fondo son una especie aparte, una tribu, influenciada socialmente por su entorno. Su contexto es el de la exigencia y los resultados, y hacen de ello la falsilla por la que miden todo (insisto en que todo esto tiene algo de exageración, pero a veces lo dudo…).

Al día siguiente entro en mi trabajo, fuera ya de la capital, y durante el café de media mañana me encuentro un compañero que me dice que se va a comprar una casa. “Buena época”, pensé. Mi compañero tiene 26 años, soltero, sin novia, con cierta estabilidad laboral; su última adquisición ha sido un Seat León y su último viaje ha sido África (este verano). “Y dónde te vas a comprar la casa” le pregunté, con el prejuicio de que sería en pleno centro de la ciudad, un apartamentito donde poder comenzar a jugar a ser mayor bajo el yugo de una hipoteca criminal. –“A las afueras de la ciudad, una pequeña finca de 3000 m2 y un casón que habría que reconstruir”. “¿Y eso?”, le pregunté. “Me gustaría irme a dormir viendo como se pone el sol, fuera de la ciudad, y tener además un pequeño terreno donde poder estar pacíficamente. Me gustaría pasar ahí el resto de mi vida, o por lo menos tenerlo como referencia, cerca de la ciudad, pero fuera de la ciudad. Y si algún día tengo familia, que pudiera tener espacio para ellos también”. La Tierrrra, la Cassssa, la Fammmmilia, con un par, sí señor. A medida que iba hablando no veía el cerocoma por ningún lado. Su presunta estabilidad y su falta de ataduras hacían que se sintiera con ganas de arrancar con este proyecto. Al final de la conversación pensé: “A Madrid siempre le quedarán las Provincias”.

4 comentarios:

María dijo...

Vd. es nuevo por aquí... Veo que la boca chancla va ampliado sus miembros.

Al final la tierra nos tira, y todos necesitamos un lugar donde sentir que tenemos raices... No tiene mala pinta la idea de tu compañero... aunque choca un poco, no es lo que asociaríamos a una persona de su edad y su estado.

Un saludo!

Rocco Lampone dijo...

Halagados nos hallamos con su presencia y honrado con sus letras...

Espero que este todo lo a gusto que desee, y bien venido.

Chirly dijo...

No está mal, para empezar, esta reveindicación de las provincias. No está demás en un mundo dominado por la ambición, la modernez y el cosmopolitismo de las grandes ciudades, y menos viniendo de un provinciano sin provincia...

Mis saludos Señor Booooz (¿Con cuantas oes y porqué?) y sea bien venido.

Al Neri dijo...

No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.